Opinión
Christian Farias: El heroísmo y la sensibilidad creadora en la poética de Tarek William Saab
Veamos las evidencias de esa relación dialéctica, a partir de unas pequeñas y modestas muestras de esto dos poemarios
22 de diciembre de 2025
Opinión.- El título de este pequeño ensayo se refiere a los contenidos y características fundamentales o predominantes en la poesía de dos libros paradigmáticos de Tarek William Saab publicados durante este año 2025 en conmemoración a sus 45 años de vida literaria. El primero escrito entre sus 22 y 24 años se titula LOS RIOS DE LA IRA (1987), con el cual se inicia de manera impactante como un joven poeta irreverente y militante comprometido con la religiosidad, el amor y la rebelión.

El segundo es su más reciente libro publicado 40 años después, ahora en julio: con el sugestivo título UN TREN VIAJA AL CIELO DE LA MEDIANOCHE
(2025), con el cual se proyecta como un poeta universalmente interiorizado en su propia sensibilidad humana; pero, en correlación dialéctica con el mundo exterior. De manera que la objetividad inmediata y cotidiana, se fusiona con la subjetividad trascendente, reflexiva y universal: Veamos las evidencias de esa relación dialéctica, a partir de unas pequeñas y modestas muestras de esto dos poemarios. 

1.- LOS RIOS DE LA IRA

Es el primer libro reconocido y publicado con el cual Tarek logra entrar y posicionarse en el ámbito literario poético de nuestro país; y por otro lado, le correspondió al poeta Gustavo Pereira, de la generación de los años sesenta, reconocer y saludar la llegada de un joven escritor de poesía que sorprende y promete un nuevo aliento recreador de la poesía subversiva y amorosa en nuestro país, tal como él lo expresa calificándolo como "un poeta de acento mayor, dotado tanto para los desgarramientos solidarios y redentores que son, como muchos saben, manifestaciones del más alto amor, como para la ternura y la melancolía, esa suerte de inquietud o extrañeza que cantaba Liu Ku Chuan cuando vanamente intentaba huir del mundo agreste de las impiedades" (p. 9). 

A partir de este reconocimiento, la poesía de Tarek adquiere una estimable recepción en el campo de los lectores y la crítica literaria. En mi opinión personal LOS RIOS DE LA IRA en sus primeras páginas que recrea la poesía comprometida, replantea la discusión en torno a la poesía y el compromiso social del intelectual; pero, en unas circunstancias muy limitadas y adversas. Tarek era militante de una organización política de izquierda, el P.R. V. (Partido de la Revolución Venezolana) y difusor del periódico RUPTURA, de carácter subversivo y anti electoral. Ubicado en ese espacio político, su poesía fue reconocida y aplaudida por la intelectualidad, las agrupaciones políticas y los  sectores populares, patrióticos y revolucionarios. 

A partir del primero hasta su último poemario, el ejercicio poético de Tarek ha logrado alcanzar niveles avanzados en la recepción de todas sus obras publicadas, en la valoración de su estilo, así como en la selección de los temas tan múltiples y extraordinarios por su coherencia temática: las imágenes, los referentes externos y la creatividad sostenida y depurada, que lo han convertido en un poeta innovador de su propia escritura, lo cual es un atrevimiento de apuesta y riesgo de su propio potencial para la creatividad poética que lo certifica como el poeta más importante de su generación en Venezuela y uno de los más destacados de América Latina.

He allí una valoración muy acertada, pues, la calidad semántica y estética, sustentada en sus contenidos y estilo muy personales, lo acreditan como un singular poeta, reconocido dentro y fuera de nuestro país.

A casi 40 años de la primera edición de Los Ríos... , tenemos ahora en nuestras manos, una segunda edición muy bien elaborada, con la cual hemos establecido una nueva lectura de sus temas, desde tres perspectivas fundamentales: lo bello, lo humano y lo universal para identificar la función, el valor, los efectos y la trascendencia de esas tres dimensiones con el propósito de reinterpretar y renovar nuestro diálogo con la poesía, más allá o más acá de la implacable e indetenible fuerza del tiempo. 

El título Los ríos de la ira, pone en tensión dos realidades: el agua natural y el odio entre los humanos, enlazados o unidos con la preposición de que indica propiedad o pertenencia. Los ríos son el agua natural, desprendida de las montañas para derramarse por los cauces más bajos y planos. Es el referente natural de la dialéctica, acuñada por Heráclito: "El agua del río nunca es la misma" pues, ella se desprende de las alturas, recorre sus cauces y finalmente llega a las diferentes orillas del mar, como destino determinado, que puede ser otro rio, el mar o simplemente tierras profundas, como resultados de la confrontación de los contrarios de donde surgen nuevas realidades. 

Es importante destacar la cualidad del río como un fenómeno representativo de la dialéctica, que nos ilustra muy bien la correlación entre el devenir de la naturaleza, que también funciona y se reproduce en la especie humana. De manera que el título del poema es, en sí mismo, un valor universal que sincroniza la relación dialéctica entre el Bien (las aguas de los ríos) y el Mal a través de la Ira (rabia, odio, venganza, luchas, reclamos, confrontaciones). 

2.- UN TREN VIAJA AL CIELO DE LA MEDIA NOCHE

De entrada, digamos que el título del libro tiene una estructura de oración gramatical: el sujeto es Un tren; y el predicado es viaja al cielo de la medianoche; pero su valor semántico corresponde a la estructura de una categoría estrictamente literaria, como lo es la metáfora que, en este caso, está centrada en la correlación o unificación de tres imágenes distintas: la imagen material del tren, la imagen abstracta y sagrada del viaje al cielo y la imagen temporal de la medianoche. Las tres convergen en darle el sentido polisémico implícito en el poema El tren representa la imagen concreta y objetivada como una verdad observable, como objeto material y útil para el transporte terrestre y símbolo del inicio de la modernidad tecnológica. El viaje, como una imagen sustantiva de la movilidad, el desplazamiento y la capacidad humana para recorrer distintos espacios, para reconocer y disfrutar el mundo terrenal. El Cielo es la imagen cósmica, religiosa y sagrada; y la medianoche como imagen temporal, enigmática, cósmica y también consagrada para el descanso y la recuperación de las fortalezas del cuerpo en la oscuridad del sueño. He allí la construcción de un enunciado poético que no es otra cosa sino el núcleo imaginario central del discurso literario.

Igualmente, la imagen del Cielo de la medianoche es como una insinuación o una invocación de lo sagrado, puesto que es el tiempo para el sueño, para invocar a Dios y recibir las energías que, siendo contrarias y antagónicas, el poeta las unifica. en la construcción de una nueva imagen que es precisamente esa, la del cielo de la medianoche, para cerrar el día ya vivido y abrir el nuevo día para seguir viviendo solo o en unión con el ser amado, Visto e interpretado de esa manera, el título del libro es la primera metáfora con la cual iniciamos nuestro diálogo poético con el texto que nos invita a leer su autor, el poeta Tarek William Saab. En ese sentido, el primer poema que le da inicio al texto es el siguiente: 

Veo en el patio de las casas desiertas / El velo desnudo de una viuda / Llorando / En el portal / De todas las guerras.... Desde nuestra lectura, apreciamos un poema corto de cinco versos libres.

En cada uno de ellos se nos muestra una imagen depurada, limpia sin recarga discursiva; pero, centrada en su propio valor semántico, bien sea individual, real, abstracto o concreto, imaginario, intimo, fugaz, local o llenos de belleza, de humanidad y universalidad.

En ese sentido, el primer verso es una imagen de la soledad, el aislamiento, el abandono, en esos patios de casas desérticas, hacia las cuales la mirada del poeta se detiene y reacciona como buscando las razones, las causas y las consecuencias.

El segundo verso muestra la imagen de una mujer viuda, rodeada y sumergida en la soledad como un velo desnudo, cuyo sentido metafórico nos ubica en el ensimismamiento del dolor afectivo, real y concreto en la interioridad de su belleza religiosa inherente a su cuerpo y su racionalidad humana y universal.

El tercer verso es simplemente la imagen y función del llanto como expresión del dolor humano; del alma que ha perdido su acompañante y comienza a sufrir desde la soledad y el desamparo, junto a la belleza humana que la sigue arropando.

El cuarto verso muestra, precisamente, la imagen dolorosa, humana y universal de la viuda llorando en el portal de la casa que la separa de todas las guerras: y el quinto y último verso muestra precisamente el portal de todas las guerras como la imagen más perversa y dolorosa de la humanidad...

Con este primer ensayo, muy breve y preciso, sobre la nueva escritura poética de Tarek William Saab, hemos logrado identificar las primeras diferencias importantes y significativas entre su primer libro LOS RIOS DE LA IRA y su más reciente libro publicado con el título UN TREN VIAJA AL CIELO DE LA MEDIA NOCHE, que contienen enfoques temáticos, semánticos y estilísticos diferenciados: pero es oportuno decirlo, ya sí adelantaba en Los Ríos de la Ira con las temáticas de la melancolía, el erotismo y la introspección: hoy con base en los nuevos aportes que el propio poeta ha venido descubriendo y ensayando hacia nuevos horizontes de lo bello, lo humano y lo universal de su creación poética publicada en este 2025 -donde celebró sus 45 años de Vidal Literaria- en Italia, Rusia, Egipto, Argentina, Méjico, El Salvador y Cuba, un caso excepcional en la Literatura Venezolana.
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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde