En Armonía Fetal: Las tres memorias de la gestación
Sin la conciencia de este vínculo puede ser difícil aceptar los cambios que experimenta el embarazo
Opinión.- La fecundación es la concretización de un proyecto que va desde el momento del coito fecundante hasta la fusión de los núcleos del espermatozoide y del óvulo, compartiendo, así, la información genética. El embrión humano se desarrolla durante las primeras semanas, gracias al saco vitelino o primer órgano extraembrionario que se encarga de producir y transportar nutrientes y oxígeno hacia el embrión durante las primeras semanas de gestación, así como de eliminar los desechos metabólicos.
Gran parte de los procesos de diferenciación, multiplicación y migración se inician cuando la gestante no está plenamente consciente de su embarazo, pero ya existe un diálogo molecular inconsciente entre la madre y su bebé. La fusión entre ellos es fisiológica y psicológica, ocupando en ambos su centro de gravedad. Es una unión simbiótica en la que el vínculo entre la madre y el niño que está gestando va a determinar el nexo con su cuerpo y su forma de asimilar el embarazo.
Sin la conciencia de este vínculo puede ser difícil aceptar los cambios que experimenta el embarazo. Si durante el embarazo la gestante tiene episodios emocionales adversos y persistentes, esa condición va a generar en ella un estado de vasoconstricción que se va a traducir en la disminución de un valioso aporte sanguíneo a su bebé. Esta situación, además, puede causar contracciones uterinas, ocasionando sufrimiento fetal. La función del padre es sostener, apoyar y facilitar la fusión mamá-bebe, con lo cual resguarda y protege al nido y, por ende, al bebé.
Es importante tener en cuenta que si el producto de la gestación es del sexo femenino, en todos sus ovocitos (futuros óvulos) que se van a desarrollar estando en el vientre materno, se van a guardar importantes informaciones de su árbol familiar. Como hemos podido apreciar, durante la gestación, partiendo desde la concepción, el bebé intrauterino es un reservorio de un conjunto de datos que van a darle color a las bases estructurales de la personalidad que va a comenzar a aflorar a partir del nacimiento.
Por todo lo anterior, podemos concluir que, ocurrida la fecundación, en el cigoto van a confluir tres memorias:
a) Memoria transgeneracional, en la que entran en juego cuatro generaciones, además del proyecto sentido o motivación de los padres a la hora de concebir; b) Memoria embrionaria fetal, formada por lo que graba en el inconsciente el bebé intrauterino desde la concepción hasta el nacimiento y c) Memoria individual o personal, estrechamente relacionada con las emociones de la madre, información muy útil para toda mujer que esté gestando.
Gonzalo Medina Aveledo PhD Ciencias Médicas
Médico Obstetra
Investigador de las emociones maternas
Ig. @armoniafetal
