Rubén Limas Telles: La lista del odio
Ante una agresión extranjera nuestra posición no puede ser dubitativa
Opinión.- Hay quienes piensan erróneamente que es el pase de factura por resentimientos, lo que puede producir un cambio. Complicado estos tiempos de polarización extrema, donde el radicalismo se hace de su razón, para imponerla a trocha y mocha. Justamente lo que necesitamos es diálogo, entendimiento, perdón y recomposición social y económica para salir adelante.
Nos han llamado “Alacranes” los mismos que fustigaron a Chávez por llamarnos “Escuálidos”, términos que señalan discriminación, etiquetas sociales y apartheid. No hay diferencia, ambos nos muestran extremismo y profundo odio, y lo que necesitamos es reconocimiento y paz. Hoy circula una infame lista, elaborada por propios opositores radicales, que una vez más cuentan los pollos antes de nacer. ¡ Notable error!
Ante una agresión extranjera nuestra posición no puede ser dubitativa. Debe ser clara y concisa; defender la soberanía nacional ¿ Cómo nos puede venir un país que persigue a sus inmigrantes y viola sus derechos humanos, a rescatar nuestra democracia, si en ese país no hay democracia?
Ahora bien, regresemos a la lista. No es posible dar un número exacto: A lo largo de la historia y en todo el mundo se han creado miles (probablemente decenas o cientos de miles) de listas, registros y censos para estigmatizar, segregar o excluir personas. Muchas listas fueron informales, locales o destruidas. Han habido diferentes formas (listas oficiales, listas policiales, boletines, censos, “blacklists” laborales, registros religiosos, listas étnicas) y distintos niveles (municipal, estatal, transnacional).
Solapamiento entre listas (una persona aparece en varias) como efectivamente ocurre en esta locura radical. Varían según la hormonología de donde nacen.
Han aparecido censos por raza, etnia, religión, registros de “indeseables”, padrones de vecinos, de soplones y pare de contar. Listas raciales, étnicas y genocidios: Ej. censos raciales en colonias, ficheros nazis (judíos, gitanos), listas de limpieza étnica. Persecución religiosa: inquisiciones, listas de herejes, registros antimoriscos/antijudíos.
De exclusión laboral y política: listas negras de McCarthy (EE. UU.), listas sindicales, listas de “subversivos”. Apartheid y segregación: reglamentos de identificación racial, listas de residencia.
Categorización colonial, administrativa: pasaportes internos, “tribal rolls”, listas de castas. Violencia étnico-comunitaria moderna: listas de matar o depurar en conflictos, bases de datos policiales discriminatorias. Privación de derechos civiles: listas de “no ciudadanos”, registros de deportación o expulsión. Presos políticos.
Ejemplos históricos representativos (Alemania nazi: registros del Reich para identificación y persecución de judíos, gitanos, discapacitados. O como en la Unión Soviética, Europa del Este: listas de “enemigos del pueblo”, deportaciones estalinistas. O listas negras de EE.UU. o los anticomunistas (años 1950), registros de esclavitud, segregación racial.
En fin, una locura de lista por el odio, resentimiento, la segregación y el deseo de exterminar. ¿Nos preguntamos, es la forma que tiene Venezuela de salir adelante? Definitivamente, no. El perdón, el amor y la tolerancia nos hará verdaderamente libres.
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