La meditación en su palabra inevitablemente nos conducirá al benevolente secreto de Dios para con nuestra vida
Opinión.- Un secreto distinto a los que el común denominador ha proyectado por siglos. El secreto en Dios es el indicador de las próximas victorias a obtener. El Rey de Reyes tiene siempre para nosotros su secreto de manera accesible, el asunto estriba en interés poner, en entrar o no en esa dimensión.
El salmista en su capítulo 119:15, deja una insoslayable claridad para echarle mano y no seguir perdiendo más el tiempo en lograr las cosas solo mirando el espejo de lo natural o terrestre; es hora de manifestarnos y vernos en el espejo de lo celestial, y se logra con la palabra de Dios.
“En tus mandamientos meditaré, consideraré tus caminos”, dice el salmo. Primero: Cuando meditamos en los estatutos del Padre, estamos accediendo a los secretos que tiene reservados para nosotros; en la palabra santa podemos apoyarnos para vivir una vida enteramente y con la plena confianza que Él podrá y quitará todas las enramadas (vaga decoración, sobresaltos y tropiezos) que quiera socavar nuestra existencia.
La meditación en su palabra inevitablemente nos conducirá al benevolente secreto de Dios para con nuestra vida. El secreto de la vida está no solamente en leer por leer la biblia, hay que meditarla, llamar y esperar que venga a nuestra mente y corazón el entendimiento, la revelación. La palabra de Dios es completamente sanidad, liberación y limpieza a nuestra alma.
Debemos interiorizar lo que Dios quiere decirnos, es necesario hacer parte de nuestra vida sus preceptos. No es solamente ver por encima ni usar religiosamente lo que el Padre celestial establece, sino que debemos hacer nuestras promesas, sus correcciones y su llamado.
Al considerar sus caminos, recibimos su perfecto amor a través de Él, vemos sus consideraciones buenas y agradables. Por medio de su camino, llegaremos todo lo lejos que podamos llegar, porque nuestras vidas están en sus manos. Cuando me fijo en su verbo, en la palabra, estoy prestando atención tal cual como Él quiere.
En la meditación de su palabra y en considerar sus promesas y advertencias nos hará libres de muchas cosas negativas. Mejorará nuestra mente, se irá para siempre la opresión de nuestra alma, nuestro sistema biológico incluido se alinea y estará bajo dominio de su inmensa atención.
Cuando hacemos el ejercicio de leer, meditar y considerar la biblia, santificamos y echamos manos al secreto de la vida. Nos llenamos de salud, todo laberinto oprobioso se anula y comenzamos a vivir una vida plena que nos llevará a grandes éxitos.
¡Sí se puede, amigo (a) lector, es por aquí la plaza pública comunicacional!
Otrosí o nota: Bueno sería que todos los líderes pongan en práctica la lectura y meditación de la palabra de Dios. Estoy seguro de que las cosas cambiarán para bien si todos los funcionarios tomarán muy en serio considerar poner a Dios primero. En la palabra santa está el secreto.
