Silver Cápsulas: La cruda verdad del tiempo
El dinero se puede ganar, perder o recuperar; las oportunidades pueden volver, pero el tiempo perdido no lo recuperarás jamás
Opinión.- Aquí estoy, como cada martes, hasta que Dios lo permita. ¿Qué tan familiar te resulta esto? El tiempo se agota, el tiempo es un recurso no renovable, ¿o sientes que te falta tiempo?
La verdad es que ricos y pobres, japoneses o venezolanos, todos, absolutamente todos, contamos con las mismas 24 horas del día. ¿Y por qué hay personas que logran más en un mes que otras en un año? ¿Por qué hay quienes obtienen resultados extraordinarios con las mismas horas que tengo yo? La respuesta me costó comprenderla, pero al final fue simple: disciplina, concentración, responsabilidad personal.
Yo lo viví: reuniones, trabajo duro, interrupciones de compañeros, microproblemas y redes sociales me hicieron creer que tenía un día muy ocupado y un agotamiento justificado, pero en realidad estaba estancado. Mi libertad, mis ingresos, mi crecimiento personal se vieron afectados hasta que me di cuenta de que no era el tiempo, sino yo quien desperdiciaba mi recurso más valioso: mi tiempo.
Fueron muchas las excusas en las que caí en ese autoengaño, afirmaciones como “aún no tengo los recursos necesarios”, “mañana lo haré” o “ahora mismo estoy muy ocupado”. Si esto te resuena, es hora de que te detengas.
El dinero se puede ganar, perder o recuperar; las oportunidades pueden volver, pero el tiempo perdido no lo recuperarás jamás. No creas que se trata simplemente de buscar videos de productividad o de leer este artículo o libros de autoayuda. Debes entender que el tiempo es implacable, no se doblega ante nada. Entonces, ¿vas a seguir poniéndote excusas?
Ten esta máxima de productividad en mente: toda actividad que no genere un resultado es un desperdicio. Ahora llevemos esto a los números. Digamos que deseas ganar $5,000 (cinco mil dólares mensuales) sin trabajar más de 8 horas diarias de lunes a viernes. Esto significa que tienes 160 horas al mes para ser productivo. Es decir, cada hora que pasa debes producir $31.25. ¿Vas a pasar esa hora en conversaciones inútiles o navegando en redes sociales en busca de distracciones?
La verdadera disciplina es tuya, no del reloj. Toma papel y lápiz y audita tu día con honestidad. Describe cada actividad que realizas y el tiempo que te toma. Aquí te doy tres recomendaciones:
1. Honra tu tiempo: Decide la hora en que comenzarás a realizar alguna tarea y planifica hacia atrás el tiempo que requieres para estar preparado. Esto te ayudará a administrar desde la hora de acostarte, para que no sacrifiques sueño, hasta el tiempo que necesitas para darte un buen baño y movilizarte hasta el inicio de tu jornada.
2. Evita distracciones: Una llamada que activa otra para una respuesta que no está en tus prioridades, o la interrupción de una conversación que no va en el propósito de tu día, pueden ser costosas.
3. Maneja tus emociones: No reacciones a las circunstancias consumiendo tiempo productivo. He visto, con frecuencia, a personas que desperdician hasta 10 minutos de una reunión productiva hablando de lo que les hicieron sentir las noticias, el taxista o cualquiera que les haya exaltado el día. Si esos 10 minutos los multiplicas por 6 reuniones productivas, has perdido una hora de productividad y allí se fueron tus primeros $31.25 por desperdicio del tiempo.
No olvides una máxima universal para lograr reuniones productivas: se necesita:
1. Preparación.
2. Ejecución.
3. Seguimiento.
Si quieres una guía detallada, escríbeme a lyanez@silverypunto.com.