Opinión
Julie de Romero: La sociedad de los osados
Se calcula que solo 50 millones de personas son creadores de contenidos, de los cuales, solo 2 millones son considerados profesionales, los demás son amateurs
12 de noviembre de 2025
Opinión.- Bartimeo era un ciego y mendigo que estaba junto al camino a Jericó, la biblia relata que empezó a gritarle con todas sus fuerzas a Jesús, “hijo de David, ten misericordia de mí”. Bartimeo representa a la sociedad junto al camino, están esperando por alguien que les dé un motivo para vivir.

Las estadísticas nos dicen que el 75 % de la población mundial, mayor de 15 años, usa las redes sociales, estamos hablando cuatro mil seiscientos (4.600) millones de personas en el mundo usan redes sociales, solo un 0.0001 % están creando constantemente contenido, el resto es espectador de la vida ajena. ¿Cómo una población tan grande depende de que el 1 % de creadores de contenido les alimente sus sentidos?

Se calcula que solo 50 millones de personas son creadores de contenidos, de los cuales, solo 2 millones son considerados profesionales, los demás son amateurs. Estos 50 millones de personas están trabajando para marcar tendencias en el mundo, algunos responden de manera directa, intencional y estratégicamente a ideologías, otros son usuarios activos que multiplican información o entretenimiento en tendencia con tal de monetizar, otros, son creadores independientes, son “salmones que van en contra de la corriente”.

La sociedad junto al camino, es aquella que se siente activa porque en segundos puede recorrer el mundo con su celular, pero es pasiva en creatividad, avance, exploración, conquista, aventura, riesgo, explotación de sus dones. Las estadísticas nos dicen que, a nivel mundial, la población pasa 2 horas 27 minutos diarios en redes sociales.

En esta sociedad, las tasas de ansiedad y depresión han aumentado en un 70 %. Hay 10 millones de fotografías cargadas solo en Facebook cada hora, ofreciendo constantemente las posibilidades de compararse, esto lleva al desequilibrio emocional, baja autoestima, anorexia y un hondo problema de aceptación.

Así como Bartimeo el problema es la falta de visión. Gente que teniendo ojos no ven, son ciegos y limitados. ¿Por qué es tan importante la visión? Porque la visión es la que te eleva del plano actual y te lleva a ver desde otra óptica una nueva realidad, con la visión te conviertes en un constructor de tu destino, puedes pintar un nuevo cuadro de tu vida. La visión es una cualidad divina, porque con visión te conectas con el lenguaje de Dios que es el de visiones y sueños. Esta sociedad pasa la vida viendo lo que otros quieren que ellos vean y automáticamente dejan de soñar, crear, emprender y trascender. Necesitas tener la correcta visión personal, familiar, empresarial, productiva, sino siempre seguirás postrado en el camino.

La mendicidad es el resultado de la falta de visión, son los llamados mendigos emocionales, personas con una desmedida necesidad de afecto, cariño y aceptación. Seres que se derrumban ante la crítica, el rechazo o el fracaso. Sufren de híper vulnerabilidad emocional y/o dependencia emocional. Por esto, es que solo una intervención divina puede ejercer una verdadera y completa rehabilitación en el ser humano. Dios quiere que vivamos en libertad, sanos emocionalmente.

El cambio de Bartimeo empezó cuando cambió lo que oía, dice la biblia “oyendo que era Jesús”. Lo que escuchas determina lo que aspiras y determina en quien te conviertes, comienza por cambiar lo que escuchas. Lo segundo y como consecuencia, su vocabulario cambió. Como se había llenado de fe, oyendo acerca de los milagros de Jesús, entonces su boca empezó a expresar lo que había en su corazón “Jesús hijo de David” “ten misericordia de mí. Sus palabras estaban cargadas de fe, aunque físicamente era ciego, vio su milagro por la fe. Así es la sociedad de los osados, hablan diferente, llaman las cosas desde la fe, son atrevidos y audaces.

Cuando Jesús le preguntó “Qué quieres que haga” el respondió “que recobre la vista”. Jesús sabía que era ciego, pero quería saber la altura de sus pensamientos. ¿Qué eres?, ¿Mendigo, subsidiado o de progreso? Bartimeo, lo que realmente pidió fue ser “productivo”. Su osadía lo llevó a salir de vivir de la lástima, de esa sociedad que está postrada sin visión y ser un constructor de su destino siguiendo a Jesús. Esta misma pregunta te hace Jesús a ti hoy, ¿quieres recobrar la vista?

Ap. Julie de Romero.
Apóstol de la Federación C.C.N en Valencia.
Instagram @juliederomero
@ccn.valencia
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Julie de Romero