Como escritor, destacó su trayectoria literaria que se inició en el teatro con varias obras teatrales y luego le daría paso a su inquietud cinematográfica con películas como Doña Bárbara, Canaima, La trepadora y La señora del frente, en el cine mexicano.
Entre sus obras más importantes se destaca Doña Bárbara, una novela que traspasó las fronteras venezolanas, para alcanzar ser una de las obras literarias más importantes del habla hispana. Una obra cargada del realismo de nuestro llano adentro. Doña Bárbara resalta la lucha de la civilización contra la barbarie, mostrando de manera singular y magistral la Venezuela cruel, injusta, insensible, desigual de aquel entonces afectada por la “corrupción, el tráfico de influencias, la traición, el despotismo, la falta de libertad, el latifundismo, la injusticia y la brujería”. Pero también muestra la Venezuela buena -la de Santos Luzardo- que luchaba contra estos males, la Venezuela del amor, la tolerancia, la del perdón.
Obtuvo muchos reconocimientos entre los que resaltan el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Columbia, el de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Premio Nacional de Literatura, entre otros. Hay que resaltar un hecho histórico significativo en el caso del reconocimiento dado por la Universidad de Columbia en 1948; nuestro insigne escritor y político lo rechazó luego de que esta misma universidad concediera la misma distinción en 1955 al dictador guatemalteco Carlos Castillo Armas. Algo similar ocurrió también cuando en 1931 fue designado senador del Congreso por Juan Vicente Gómez e inmediatamente renunció por ir contrario a sus ideas democráticas. También fue electo por unanimidad individuo de número por la Academia Venezolana de la Lengua.
Fue ministro de Instrucción Pública, ministerio que luego le cambió el nombre a Ministerio de Educación Nacional, en el gobierno de Eleazar López Contreras, no pudiendo llevar adelante los cambios que soñaba darle a la educación venezolana, lo que lo obligó a renunciar.
Fue fundador del partido Acción Democrática en 1941.
Participó en aquella Junta Revolucionaria de Gobierno que se produjo por la Revolución de Octubre de 1945, que sacó del poder a Isaías Medina Angarita, el cual se negaba a los cambios democráticos que exigían aquellos jóvenes revolucionarios que encabezaba otro grande del siglo XX: Don Rómulo Betancourt.
Otro hecho significativo de la vida de este ilustre venezolano Don Rómulo Gallegos fue el de haber sido electo presidente por primera vez con el voto universal, directo y secreto de todos los venezolanos. Estamos obligados a resaltar la memoria histórica, y señalar rigurosamente los hechos históricos tal como ocurrieron. La elección por primera vez de un presidente de la República fue un hecho importante en la historia del siglo XX, producto de la reforma electoral que se produjo en 1946 cuando se aprobó el voto de la mujer, el de los analfabetos y los mayores de 21 años, que hasta ese momento no podían votar para elegir presidentes; éstos eran electos únicamente por los hombres, letrados y mayores de 21 años. Este acontecimiento verdaderamente revolucionario es lo que marca una reseña histórica importante, para señalar que la Revolución de Octubre de 1945 fue verdaderamente democrática. De las elecciones que se dan en 1947 surge entonces electo presidente Don Rómulo Gallegos. Lamentablemente producto de las conspiraciones del viejo cuño gomecista que se negaba a abandonar sus privilegios que habían obtenido durante casi medio siglo, se produjo un golpe de estado que dio por finalizado un gobierno de apenas 9 meses -germen de la democracia venezolana- e inició otro período gris de nuestra historia, porque allí se sembró de nuevo la dictadura, que marcaría 10 años terribles para la democracia y la libertad del país.
Fue entonces en la sesión del jueves 4 de agosto cuando se aprobó por unanimidad el Proyecto de Acuerdo con Motivo del 138° Aniversario del Nacimiento de Rómulo Gallegos, y de esta manera se le rindieron honores a un hombre ilustre de la literatura y de la política venezolanas, a petición de una solicitud hecha por la fracción de la Alianza Democrática. Al César lo que es del César y a Dios lo de Dios; que juzgue la historia y no los hombres los aportes realizados por nuestros antecesores.
Instagram: @ruben_limas
Twitter: @rubenlimas
Facebook: Ruben Limas
