La lección del maestro: En conmemoración al onomástico del padre de la patria
"He aquí un breve lapso de nuestra historia no solo venezolana sino de todos los países bolivarianos"
Opinión.- Voy a hacer un seguimiento del veintiocho de octubre, a manera de curiosidad histórica y de los lugares donde se encontraba el Libertador ese día, durante los años comprendidos entre 1812 y 1830.
Para fines de octubre de 1812, sale de Curazao en Compañía del General José Félix Ribas rumbo a Cartagena y allí va a lanzar su célebre MANIFIESTO, que le va a abrir las puertas de la Nueva Granada para la preparación de la Campaña Admirable.
El 28 de octubre de 1813, lo encontramos en San Mateo, despachando distintos asuntos de estado, desde aquí le escribe al jefe patriota: Juan Bautista Arismendi, con un mensaje sobre la honradez que debe tener todo funcionario público (recién nombrado gobernador de la Isla de Margarita).
El 28 de octubre de 1815, el Libertador llegó a Kingston. Allí fue recibido con obsequios y muestras de distinguida estimación. Aquí, produjo uno de los documentos más extraordinarios que registra la historia del continente: su célebre CARTA DE JAMAICA.
Para octubre de 1816, está en Puerto Príncipe, desplegando una actividad asombrosa. Desde aquí le escribe al almirante Brión y le comunica las noticias recibidas de Venezuela, muy bien descritas por el general Arismendi. El 28 de octubre de 1817, lo encontramos en Angostura.
En la Iglesia Catedral, es recibido con un solemne Te Deum, con motivo de su onomástico.
En octubre 1818 abre una nueva campaña; esta vez sobre el Oriente de Venezuela.
El 28 de octubre de 1819, desde Pamplona le envía una epístola al general Santander, donde le describe todo lo que ha ejecutado y hacia dónde dirige su ejército (Tunja).
El 28 de octubre de 1820, el Libertador se encuentra en Trujillo, dando ya los primeros pasos sobre los tratados de Armisticio y Regulación de la Guerra.
En octubre de 1821, se encuentra en Bogotá, desplegando como siempre una gran actividad organizativa.
El 28 de octubre de 1822, está en Cuenca, Ecuador, donde tampoco tiene descanso, igual como desde Quito, Ibarra, Guayaquil y otras ciudades ecuatorianas, redacta numerosas cartas relacionadas con la Campaña del Sur.
Para el 28 de octubre de 1823, ya ha llegado a Lima, preparándose para salir hacia el Alto Perú y el 28 de octubre de 1824, está en Jauja, entregado como siempre a tareas de gobierno.
El 28 de octubre de 1825, está en Potosí, donde se va a realizar la más grande apoteosis que guerrero alguno haya recibido en la historia. El historiador Lucio Diez de Medina en su libro “El Libertador en Bolivia”, lo narra magistralmente.
Un año después, apagados ya los ecos de aquella gran apoteosis, encontramos al Libertador el 28 de octubre de 1826 en Popayán, ya su estrella ha empezado a declinar, de allí en adelante vendrá para él un calvario muy largo.
El 28 de octubre de 1827, está de nuevo en Bogotá, ofrece un agasajo a las altas dignidades eclesiásticas.
Un 28 de octubre de 1828, desde Bogotá nombra al Mariscal Sucre, Jefe Absoluto del Sur, con todos sus poderes.
El 28 de octubre de 1829, lo encontramos en Quito donde dicta un decreto nombrando al general Juan José Flores, Prefecto General del Distrito del Sur y el 27 de octubre de 1830, es decir, en la víspera de su onomástico, le escribe una carta al general Mariano Montilla, donde le anuncia todos sus quebrantos que van minando su salud, y su viaje a Santa Marta. A estas alturas culmina ya la época agónica del Libertador.
He aquí un breve lapso de nuestra historia no solo venezolana sino de todos los países bolivarianos.
(+) Prof. Daniel Monsalve Mujica