Opinión
Silver Cápsulas: El supermercado de la felicidad
Te invito cada mañana a tomar solo lo que te hace bien: productos saludables exhibidos como sonrisas en envases de larga duración
4 de noviembre de 2025
Opinión.- Aquí estoy, como cada martes, hasta que Dios lo permita. Sé que a muchos, como a mí, les pasa que a lo largo del tiempo comienzan a deshacerse de creencias limitantes que nos hicieron muy infelices: en el amor, la pareja, el dinero e incluso en la forma en que vivimos nuestras amistades. Después de los 50, comenzamos a experimentar un shock de dicha y a vivirlo de manera diferente.

Nunca falta la frase auto-narrada que dice: “Si lo hubiera hecho antes, cuántas amarguras me habría ahorrado”. La vida nos enseña, en su recorrido, que así como la soledad contrasta con la compañía, y la tristeza con la felicidad, todo comienza en uno mismo.

Te invito a que cada mañana realices una visualización que a mí me ha funcionado, y que yo llamo “ir al supermercado de la felicidad”. Comencemos por explicarte el fundamento: un supermercado promedio cuenta con 4.000 u 8.000 productos (esto se traduce en la vida, es decir, en las opciones que tenemos para tomar decisiones). Tú eliges lo que satisface tus necesidades y lo que puedes pagar. Esto significa que, en función de tus creencias y educación, escogerás lo que consideres mejor para ti y por lo que estés dispuesto a pagar el precio o el sacrificio de privarte de otras cosas con tal de tenerlo.

La vida funciona igual. Crecimos creyendo que ciertas cosas debían estar siempre en nuestro carrito de compras y que debíamos hacerlas nuestras hasta el punto de llevarlas. Bien porque así nos lo dijeron, o porque crecimos creyendo que era lo correcto. A lo largo del tiempo, nos damos cuenta, a través de las experiencias de la vida, que algunas de esas cosas siempre fueron tóxicas para nuestra felicidad.

Por eso te invito cada mañana a tomar solo lo que te hace bien: productos saludables exhibidos como sonrisas en envases de larga duración, o buenos días que sean siempre frescos en el área de verduras, llenas de colores.

Date el gusto de pagar ese precio, sin caer en la tentación de esos enlatados dañinos que traen a tu día una llamada que te amarga la vida. Bloquea los snacks que vienen en bolsas llenas de aire, con chismes y colorantes que penetran hasta la sangre. Llénate de buena energía y convicciones que solo traigan una vida saludable.

Te preguntarás si valdrá la pena. Te aseguro que no lo sé, pero si existiera solo una pequeña posibilidad de que valiera la pena, yo lo intentaría. Nunca hay un mejor momento que este para dar ese primer cambio de pensamiento y creencias. Es decidir tomar acciones que te lleven a la transformación. Tu subconsciente se encargará del resto, porque cuando recibe un mensaje, tu cerebro trabaja para que todo se alinee.

Todo en esta vida (como en el supermercado) tiene un precio, y no se trata de si puedes pagarlo, sino de si estás dispuesto a pagarlo. ¿Qué precio se paga cuando decides ser feliz? En ocasiones, el rechazo o la envidia, pero a eso también le tengo un antídoto: sonríeles, deséales el bien de forma genuina, haz que nazca de ti. Así darás la entrada a una larga vida. Si logras ese estado el mayor tiempo posible, serás contagioso, pero de felicidad.

Cambia tu mundo y, si no estás convencido y además crees que te queda poco tiempo, piensa en las abejas: todo lo que aportan al mundo y solo duran cuatro semanas.

Para contactarme, escríbeme a: lyanez@silverypunto.com
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Luis Antonio Yánez