Opinión
Francisco Fonseca: Cuba y el triunfo de la dignidad
Desde acá seguimos firmes, defendiendo la multipolaridad y la justicia
3 de noviembre de 2025
Opinión.- Ante las persistentes amenazas de EE.UU, la respuesta de la Revolución Bolivariana, entre otras, ha sido la búsqueda de alianzas estratégicas con pueblos hermanos. Por eso, la contundente declaración de Rusia, dispuesta a responder a las peticiones venezolanas, es un mensaje claro al hegemonismo: la era del unilateralismo ha terminado. 

Hoy, debemos ver la cooperación militar, económica y tecnológica entre Caracas y Moscú como un pilar de la nueva arquitectura global, basada en el respeto y el equilibrio.

Lastimosamente, el imperio norteamericano siempre ha tenido lacayos dispuestos a servirle a sus pretensiones hegemónicas. Por ello, la provocación militar de Trinidad y Tobago contra Venezuela es un acto irresponsable y orquestado para generar focos de conflicto en el Caribe. Rechacemos categóricamente esta acción violenta a la armonía regional y llamamos a la unidad frente a la mentira.

Debo también referirme a la victoria cubana en la ONU contra el bloqueo, un triunfo que, sin duda alguna, es de dignidad. El voto global por el fin del criminal asedio, a la isla hermana, demuestra que la política de agresión de Washington es repudiada por la gran mayoría de las naciones. Cuba resiste y vence, un mensaje de que la soberanía no se negocia ni se compra.

Por otro lado, quisiera analizar brevemente las elecciones legislativas en Argentina. Aun cuando en sus calles hay un profundo descontento popular, la opción neoliberal y de extrema derecha, que ha triunfado, amenaza con profundizar la dependencia y el despojo. Debemos observar este proceso con gran sentir latinoamericano; con la convicción de que solo los proyectos nacionales, soberanos y con justicia social garantizan la verdadera independencia de nuestros pueblos. Nuestra solidaridad con ese pueblo que resiste a las políticas neoliberales.

También, aprovecho para rechazar la mezquindad, a propósito de la reciente acción de España, al negar suministro de combustible al avión del presidente Gustavo Petro. En definitiva, es un acto de sabotaje contra un líder progresista, lo que demuestra que las agresiones responden a un mismo centro de poder y a las contradicciones propias del gobierno español.

Condena categórica
Como bien lo decía al principio de este artículo, la condena rusa a las maniobras yanquis, al frente de nuestras costas, es y siempre será categórica. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, decía a la prensa que su gobierno “condena enérgicamente el uso excesivo de la fuerza militar en misiones contra los narcóticos”.

La declaración de la portavoz rusa fue muy contundente al afirmar que: Caracas cuenta con el pleno apoyo de Moscú en la defensa de la soberanía nacional. En este sentido, hizo un llamado para buscar reducir las tensiones, así como las soluciones que respeten las normas jurídicas internacionales. Desde esta trinchera agradecemos al gobierno del presidente Putin su apoyo irrestricto que ha dado a nuestra revolución, a lo largo de los años. ¡Venceremos!

Triunfo chino frente
a los yanquis
Finalmente, no quiero despedir este artículo sin referirme al reciente acuerdo económico entre China y Estados Unidos, el cual demuestra una verdad incontestable: el poderío pacífico de China sigue en ascenso. Mientras Washington actúa con fuerza bruta, Pekín ejerce un liderazgo basado en la diplomacia y la cooperación mutua. Este acuerdo no es una victoria del imperio, sino un reconocimiento táctico de que necesita a China. Es el mundo multipolar en acción.

Y es que, tal y como lo reseñan medio de comunicación estadounidense, el presidente Xi Jinping le ha permitido a Trump ser quien anunciara y vociferara los pormenores del acuerdo al que han llegado; que claramente beneficia al gigante asiático, dejando en evidencia no solo el liderazgo global chino, sino, el egocentrismo yanqui que no soporta una evaluación exhaustiva para que el mundo vea la fanfarronería que hay detrás.

Para nuestra Patria Grande el camino está claro. El ascenso de China como potencia global es una oportunidad histórica que ratifica la sabiduría de la Revolución Bolivariana, al forjar alianzas estratégicas con este gigante amigo. Seguiremos profundizando esta cooperación Sur-Sur, basada en el respeto mutuo y en el desarrollo compartido. Es la ruta hacia la independencia definitiva que soñó nuestro libertador Simón Bolívar.

Desde acá seguimos firmes, defendiendo la multipolaridad y la justicia.
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Francisco Fonseca