Opinión
En Armonía Fetal: Una nueva frontera científica: El embarazo
Gran parte de lo que una mujer embarazada experimenta en su vida diaria, lo comparte de alguna manera con su bebé
9 de octubre de 2025
Opinión.- En los últimos tiempos, el periodo prenatal ha recibido por parte de la ciencia, un relevante interés, al punto de promoverse diversos tipos de investigación, en una etapa del desarrollo humano, que antes era poco tomada en cuenta.

Así tenemos que existen experimentos con animales, en los que las variables pueden controlarse y manipularse rigurosamente; existe la investigación epidemiológica, en la que surgen patrones del estudio de grupos muy grandes de personas; existen estudios basados en los llamados experimentos de la naturaleza o eventos del mundo real, que crean circunstancias fortuitas para la investigación; existen análisis económicos, que han centrado su atención en los costos y beneficios generados por la experiencia prenatal; existe la investigación epigenética, novedoso y emocionante enfoque que examina cómo el comportamiento de los genes se ve alterado por el entorno, mediante modificaciones que se realizan sin cambiar el ADN y que ocurren con especial frecuencia en el período prenatal; y existe la innovadora investigación fetal, realizada en el laboratorio con la colaboración de mujeres embarazadas.

Sin lugar a dudas, estos estudios están convirtiendo al embarazo en algo nunca antes visto, en una frontera científica. Es satisfactorio apreciar, que ahora los nueve meses de gestación sean foco de intenso interés y entusiasmo, hecho que se refleja en el número creciente de artículos en revistas, libros y conferencias.

Toda esta actividad nos lleva a una nueva concepción del bebé intrauterino, la mujer embarazada y la relación entre ellos. El nonato no es un ser inerte sino una criatura activa y dinámica, que responde e incluso se adapta, a las condiciones dentro y fuera del cuerpo de su madre mientras se prepara para la vida en el mundo particular al que pronto entrará.

La mujer embarazada no es una incubadora pasiva, sino una influencia poderosa y a menudo positiva en su hijo incluso antes de que nazca. El embarazo no es una espera de nueve meses para el gran acontecimiento del nacimiento, sino un período crucial en sí mismo. Son nueve meses de formación y moldeado que tiene lugar en el útero y es mucho más visceral y trascendental.

Gran parte de lo que una mujer embarazada experimenta en su vida diaria, el aire que respira, la comida y la bebida que consume, las emociones que siente, las sustancias químicas a las que se expone, lo comparte de alguna manera con su bebé, el cual incorpora estas ofrendas a su propio cuerpo, y las hace parte de su propia sangre, de allí la enorme relación entre ambos.

Gonzalo Medina Aveledo PhD Ciencias Médicas
Médico Obstetra
Investigador de las emociones maternas

Ig. @armoniafetal
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Gonzalo Medina Aveledo