Luis Eduardo Martínez: ¡Unidad Nacional!
“La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino”
Opinión.- El pasado 16 de septiembre se instaló el Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz, iniciativa de la Asamblea Nacional, que incluye a 434 representantes de distintos sectores de la vida venezolana con el propósito fundamental de defender la soberanía patria y preservar la paz, amenazadas hoy por factores extranjeros y quintacolumnistas criollos. El diputado Jorge Rodríguez quedó al frente del Secretariado permanente.
Pocas horas después se inició el despliegue para la instalación de los capítulos regionales y sectoriales. En el caso de los regionales solo resta el capítulo Cojedes que se hará, con el gobernador Galíndez liderando, este 30 de septiembre mientras se continua con los sectoriales a la par que se avanza con los capítulos municipales y parroquiales.
Soy testigo de primera mano de la masiva y entusiasta asistencia a las instalaciones regionales y sectoriales, cuál más mejor. En un ambiente de alegría y solidaridad hemos visto lado a lado a líderes oficialistas con opositores, empresarios con trabajadores, dirigentes campesinos con productores agropecuarios, rectores y académicos con jóvenes estudiantes, glorias deportivas, medallistas olímpicos, pescadores -cuyas faenas se han visto truncadas por las acciones hostiles de una armada imperial-, cultores. Todos responden a la convocatoria en una demostración indiscutible que cuando se trata de salvaguardar los supremos intereses de nuestro querido país nadie está dispuesto a quedarse atrás.
En cada acto la constante es la Unidad, la Unidad Nacional, que nos ha hecho recordar a Simón Bolívar en la Carta de Jamaica al afirmar:
“La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino.”
Soberanía y Paz son caras de una misma moneda, no puede haber una y otra y con orgullo venezolanista debemos entregarnos para que Venezuela continué por siempre siendo libre y soberana. ¡Que gran responsabilidad la que hoy asumimos! La herencia de nuestros libertadores, de los padres fundadores de la nación, está en nuestras manos.
Y en cuanto a la paz: ¿quién no quiere que la paz sea la constante de nuestro existir? Paz por cierto que escale de la no confrontación externa o interna sino en palabras de Mandela que derive en “la creación de un ambiente donde todos puedan florecer, independientemente de las diferencias.”
