La lección del maestro: Niño ignorante y nulo
La verdadera libertad, de hecho, es la educación del pueblo
Opinión.- Las naciones marchan hacia el término de su grandeza, con el mismo paso con que camina la educación. Ellas vuelan, si esta vuela; retrogradan, si retrograda; se precipitan y hunden en la obscuridad, si se corrompe, o absolutamente se abandona”
Simón Bolívar, 1825.
El retroceso educativo venezolano continúa, como indican las últimas comparaciones internacionales. En un mundo globalizado, no es suficiente cambiar, sino que hay que cambiar más rápido que los demás.
Mientras los gobernantes de turno se preocupan por el precio del petróleo, las notas de los niños siguen igual o peor, en términos relativos.
Sin embargo, afortunadamente, todavía es posible cambiar esta difícil situación.Al igual que la Venezuela pobre y atrasada de finales del siglo XVIII se convirtió en el paladín de la lucha por la libertad latinoamericana, la Venezuela pobre y atrasada de inicios del siglo XXI tiene el reto histórico de convertirse en la abanderada de la lucha por la educación.
La verdadera libertad, de hecho, es la educación del pueblo. Venezuela tiene que demostrarse a sí misma y al mundo que su nueva guerra no se combatirá en los campos de batalla sino en las escuelas.
Las esperanzas positivas para el cambio son alentadoras, siempre y cuando se tomen las acciones correctas. Valga aquí decir que Simón Bolívar de pequeño fue llamado un “niño ignorante y nulo” que escribía “aser” en vez de “hacer”. Bueno, ese niño ignorante y nulo llegó, gracias a su educación, a ser el mayor héroe que haya visto todo un continente.
Bolívar pasó de no saber escribir “hacer” a convertirse en uno de los oradores más grandes de la historia.
¿Cuántos niños ignorantes y nulos estamos perdiendo en nuestro sistema educativo actual? ¿Cuántos niños ignorantes y nulos tenemos que escriben Benesuela en vez de Venezuela? ¿Cuántos niños ignorantes y nulos tenemos que, bien educados, podrían ser los Simón Bolívar del futuro?
Hoy, más que nunca, necesitamos con urgencia un gran plan educativo para Venezuela.
Un plan basado en el desarrollo de la inteligencia, en la utilización de las nuevas tecnologías y en las prácticas más modernas de la educación. No un programa quinquenal del gobierno de turno, sino un verdadero programa nacional educativo a largo plazo.
Tenemos que dejar atrás las ideas demagógicas de los políticos y concentrarnos en las ideas pedagógicas de una nueva sociedad docente y proactiva.
(+) Prof. Daniel Monsalve Mujica