Opinión
Silver cápsulas: La cuarta revolución industrial, ¿Cómo se come eso?
No sé ustedes, pero yo recién acabo de entender el llamado internet
23 de septiembre de 2025
Opinión.- Aquí estoy, como cada martes, hasta que Dios lo permita. No sé ustedes, pero yo recién acabo de entender el llamado internet de las cosas justo en el momento en que logré sincronizar mi agenda del correo, reloj y uno que otro dispositivo. 

No había pasado una semana y ya me estaban pidiendo que lo hiciera con inteligencia artificial, luego, en una cena, mis amigos hablaban de comprar criptomonedas, casi sin entender nada sentí que necesitaba ayuda para digerir lo que estaba pasando, al investigar comprendí que estamos viviendo la cuarta revolución industrial, así como se lee, de la misma forma como en los libros y luego experimentamos con el cambio del televisor blanco y negro hacia la TV a color para después dar paso a los teléfonos celulares. Hagamos un poco de historia y repasemos las revoluciones industriales que nos anteceden:

Primera revolución industrial: Llega casi a finales del siglo XVIII, en 1784, con la aplicación del vapor a la producción mecánica. La aparición del primer telar mecánico es uno de sus hitos.

Segunda revolución industrial: En 1870 se introduce la producción masiva basada en la electricidad. Se inventa la cadena de montaje y el sector industrial vive una extraordinaria aceleración.

Tercera revolución industrial: En 1969, de la mano de la informática, comienzan a programarse las máquinas, lo que desemboca en una progresiva automatización.

Ya para 2014, el mundo comienza a experimentar una nueva forma de relacionarse; las fábricas inteligentes y las gestiones “online” marcan una pauta que, dos años después, el economista alemán de 87 años Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, acuña en su libro titulado:

La cuarta revolución industrial: genera un mundo en el que los sistemas de fabricación virtuales y físicos cooperan entre sí a nivel global. Es decir, ya es presente, y resulta común saber de: robots, realidad aumentada, impresión 3D, big data, blockchain y vehículos autónomos.

¿Qué hacer frente a las amenazas que representan tantos cambios a esas súper velocidades? Lo primero es comprender sin complejos que las tecnologías ocuparán espacios de muchos profesionales, así como ha ocurrido en el pasado con las anteriores revoluciones, sin embargo hay que estar atentos a las oportunidades que brindan estos cambios para quienes desarrollen nuevas habilidades:

1. Habilidades cognitivas: Estas tienen que ver con el pensamiento. Se dividen en dos: pensamiento analítico, donde cada vez más empresas buscan trabajadores con la capacidad de pensar fuera de la caja y distanciarse de las emociones para considerar lo que verdaderamente conviene a la empresa; y pensamiento cognitivo, que está más enfocado en la capacidad de saber qué hacer y en qué momento hacerlo.

2. Habilidades técnicas: Tienen más oportunidades los trabajadores que desarrollen conocimientos en nuevas tecnologías para su fácil adopción dentro de las empresas.

3. Habilidades de autogestión: Son económicamente más convenientes para las organizaciones los trabajadores que saben cómo desarrollar la mayor cantidad de tareas gracias a sus conocimientos adquiridos de manera autónoma.

4. Habilidades sociales: Sencillamente se reduce a saber liderar.

Es sencillo ver que las nuevas tecnologías nos retan a salir de la zona de confort para adoptar nuevas habilidades. Así que el camino comienza ya. Recuerda que vivirás más tiempo, así que no hay minuto que perder. Sin dudar más, pongámonos manos a la obra.

Luis Antonio Yánez
@silverypunto
Sigue la información minuto a minuto en nuestro Telegram Instagram Facebook Twitter ¡La noticia en tus manos!
VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Luis Antonio Yánez