Luego visitamos al Gobernador del Estado Morel Rodríguez, líder indiscutible de la Isla, que ha logrado en sus años ser 6 veces gobernador de esta entidad. En una franca y amena reunión, hablamos de su intervención en cadena nacional en relación a la tan esperada Ley de Zonas Económicas Especiales, en cuyo decreto presidencial se ha incluido a la Isla de Margarita, como una de las cinco primeras zonas que tendrá el país. Ello ha generando por supuesto muchísimas expectativas por su posible y latente desarrollo no solo económico sino social.

 
Apostaremos siempre a la descentralización administrativa y política de los estados, aéreas vitales como puertos y aeropuertos, escuelas y hospitales deben ser manejados por nuestros gobernadores, sin la tutela centralista. Habrá siempre mayor eficiencia y menos posibilidades de actos de corrupción, y los vecinos estarán más próximos a respuestas efectivas y oportunas.

 
Luego de esa reunión, salimos al encuentro regional con los 11 municipios políticos de la entidad, con una excelente asistencia, sin ningún tipo de movilización dirigida, solo espontanea. Sin duda debemos resaltar la mística y la disciplina de nuestra organización; vinieron de todos los rincones de la Isla sin ningún tipo de incentivos, más que sus ganas de escuchar un informe político nacional de su dirigencia. Allí una fortaleza: su mística y una debilidad: la falta de recursos para hacer más cosas.

 
Pasamos revista a todo lo que había acontecido en el país hasta el momento, la imperiosa necesidad que tuvo la organización política AD de retomar la ruta electoral en 2020, que lamentablemente producto de la estrategia errada de la abstención, condujo a que hoy el parlamento este conformado por una mayoría abrumadora del oficialismo 257 a solo 20 diputados opositores. También hablamos de la consecuencia inmediata de ello; ganando los sectores opositores al gobierno en el 2024, como siento debiera de ocurrir, tendremos no solo una Asamblea en contra, sino un TSJ, un Defensor, y seguramente en los próximos días un Contralor General de la República y un Fiscal General, todos ellos electos en el ejercicio legislativo de este parlamento nacional. Les hice hincapié en el poder supremo y soberano del voto, como único mecanismo para salir de este gobierno que ha destruido al país.

 
Aposte en mi discurso a la unidad como valor supremo para ganar las elecciones, pero sin dejar de reconocer que si las elecciones se realizaran este sábado, con todo este despelote que tenemos en la oposición, perderíamos, pero que aun había tiempo para recomponer los errores y las rivalidades y salir airosos en las elecciones presidenciales. Señale que AD ya tiene candidato, el cual es el compañero Bernabé, pero que estamos dispuestos a medirnos en primarias de manera incluyente y supervisada por el CNE.

Señale el valor que tiene las siglas y los símbolos de AD para el pueblo venezolano, siendo un partido hecho a imagen y semejanza de los venezolanos. Los invite a ver nuestros rostros de hombres y mujeres del pueblo, policlacista, y verdaderamente revolucionario. Porque fue AD y ningún otro quien produjo una verdadera revolución democrática y de desarrollo en el país. Todo lo que hoy tenemos en el país, o casi todo fue construido y desarrollado en los únicos 40 años de gobiernos civiles de la democracia venezolana, y en su mayoría llevan la impronta de AD. Por algo el pueblo recuerda con añoranza “con AD se vive mejor”.

 
Cerré mi discurso con palabras de esperanza por una nueva Venezuela, por un nuevo país. En ver convertida a Venezuela otra vez, en la puerta de entra al desarrollo de toda América Latina, y convertirnos de nuevo “en la Venecia de América”.