Opinión
Ahí el ágora: “Y fue oída”
El tiempo es muy importante y sazonador de las cosas que pedimos
2 de septiembre de 2025
Opinión.- “Más el ángel de Jehová le dijo, Zacarías, no temas: porque tu oración ha sido oída”. En el griego original o ampliado la palabra “fue oída “, denota no tanto la experiencia, la edad entrada de Zacarías, sino de un tiempo y de una voluntad, la de Dios. Porque la respuesta se da en su debido tiempo.

El tiempo es muy importante y sazonador de las cosas que pedimos. Hay sacrificios y oraciones que quedan en un depósito, pasan los días y hasta años, se llega a una edad que nos dice de la seguridad, pero a la vez de una angustia de saber si serán contestadas las rogativas. Muchas veces la edad anciana de una persona hace las veces de un “stop”, o una razón de obligada espera.

El sacerdote Zacarías, esposo de Elisabet, ambos de buen testimonio delante de Dios y de los hombres, intachables sus conductas y conocidas. Pero ambos eran de avanzada edad, Elisabet estéril, (estando en la misma categoría de Sara), aparentemente un impedimento para seguir pidiendo al padre celestial, sin embargo los planes del Altísimo son insondables.

Y entre sacrificios y oraciones entre la mañana y la tarde, no solo por parte de Zacarías que salió seleccionado para ser quien entrara en el templo, según las costumbres de la época, también de un pueblo que oraba afuera. Se le aparece el ángel a Zacarías, quien se turbó al verle.

Nuestras oraciones dice Apocalipsis 5:8 que están depositadas en copa de oro. Estos perfumes (las oraciones), en su momento, serán rectificados y contestados por Dios. Todas las peticiones que el hombre y mujer, que las familias, que las iglesias hayan elevado al padre de las luces, serán respondidas, créanlo.

No te preocupes mujer, no te preocupes hombre, aunque tengas una edad avanzada, aunque tengas mucho tiempo orando por algo, Dios sabe el tiempo cuando ha de contestarte. Solo él sabe por qué unas peticiones son respondidas rápidas y otras no.

La esterilidad de Elisabet, es tipo de cualquier estancamiento -con propósito- en la vida de las personas. “Y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan”. Lucas, capítulo 1: 13. Nada más y nada menos Elisabet tendría en su vientre al precursor que presentaría al Salvador del mundo, señor de gloria, tremendo y singular propósito.

La esposa del sacerdote Zacarías daría a luz a Juan, (Jehová demuestra favor o gracia), un adjetivo que describe apropiadamente a quien luego una vez bautizaría al maestro. Lo que se quiere enfatizar, es la importancia que tiene cada oración delante de Dios, ninguna petición que conlleve sanos propósitos será ignorada por el eterno. Ellas están ahí, a la espera de ser contestadas. 

Si has estado mujer, hombre esperando un hijo, la cristalización de un negocio, un empleo, el regreso de una hija o un hijo a quien esperas desesperadamente, de lo que sea que hayas elevado a Dios, no te preocupes más, porque un ángel está al pendiente de tus necesidades.
¡Sí se puede amigo lector (a), es por aquí la plaza pública comunicacional!

Otrosí o nota: La importancia de orar y esperar. Si queremos ver las cosas cambiadas para mejor, debemos orar, no desperdiciar el tiempo en distracciones que nada conlleva. Puerto Cabello, Venezuela, necesitan de nuestras rogativas al padre, de ti y de mí depende los cambios que se pudieran venir a favor y crecimiento de nuestras ciudades y familias.

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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Lister Monteverde Pérez