Opinión
Julie de Romero: El poder de la oración
La definición de oración es comunicarse con Dios
20 de agosto de 2025
Opinión.- La oración es un tema que a muchos les causa ruidos, interés, les es ambiguo, es un misterio, para otros es innecesario, desactualizado, hasta retrógrado. No sé cuál sea tu opinión, pero para mi vida personal se ha convertido en una relación profunda, íntima, transparente e indispensable que tengo con Dios.

La definición de oración es comunicarse con Dios, ya sea a través de palabras habladas o en silencio, buscando su guía, consuelo, o expresando gratitud, puede incluir peticiones, alabanzas, o simplemente un diálogo íntimo con Dios.

Cuando los discípulos estaban con Jesús notaban que su tiempo de oración era continuo, profundo y extenso. Jesús podía orar toda la noche, se apartaba continuamente a lugares solitarios para orar, así también, les enseñó a sus discípulos el cómo hacerlo a través del modelo de oración del Padre Nuestro y en los momentos de mayor presión y prueba para su ministerio y equipo, les exhortó diciendo “oren para que no caigan en tentación, porque la carne es débil” como está escrito en Mateo 26:41. Sin duda, Jesús sabía un secreto que quiso dejarlo como un legado para sus discípulos y la iglesia naciente, la oración continua y perseverante, como una fuente de poder y un lugar seguro, como él mismo lo enseñó y practicó.

Quien ora conoce las profundidades insondables de Dios, se conecta con lo eterno, con la dimensión sobrenatural y descubre las bondades, el amor, el poder, la revelación, la sabiduría que viene de Dios.

Jesús enseñó que debemos buscar a Dios en lo secreto, es decir, que lo busquemos a solas en un lugar apartado, pero el desconectarse, también incluye alejarse de aquellos elementos que distraen y obstaculizan la oración, ésta es una forma personal de oración, pero también la biblia describe muchas situaciones donde la oración fue corporativa y pública, incluso, de pie, arrodillado, en diversas situaciones, horas y momentos.

En el libro de los Hebreos también nos indica que quien busque a Dios debe hacerlo con la convicción de que lo encontrará, con la seguridad que el oye y premia a los que le buscan, y en Isaías 55:6 nos advierte que lo busquemos mientras aún pueda ser hallado. El apóstol Pablo recomendó que oremos en todo tiempo, pero que le demos lugar al Espíritu Santo en la oración, dejándonos guiar por él, para hacer la oración correcta, aquella que antepone la voluntad de Dios y reconoce su naturaleza y soberanía.

Muchos le restan importancia a la oración, consideran que es un tema irrelevante, ¿Quiénes son éstos? Pues, son aquellos que no han descubierto que la oración y la búsqueda de Dios puede brindar beneficios en lo emocional, físico, mental, personal, familiar y productivo. Incluso puedo decirte con toda seguridad y basada en mi experiencia personal y ministerial que no hay nada más valioso y poderoso que la paz que Dios da a través de la oración, como dice Filipenses 4:6-7.

Entre los múltiples beneficios te menciono los siguientes: Reducción del estrés y la ansiedad, mejora del estado de ánimo, mayor sensación de paz y calma interior, fortalecimiento de la resiliencia, mejora de la conexión social y el apoyo, mayor gratitud y optimismo, espacio para la reflexión y autorreflexión, reducción de la soledad, mayor control emocional.

Incluso, se ha estudiado el efecto de la oración sobre el cerebro y se ha descubierto que: La oración, especialmente la profunda, puede activar los lóbulos frontales, que son cruciales para el enfoque, la atención y la reflexión. Algunas investigaciones sugieren que puede disminuir la actividad en el lóbulo parietal, área que procesa la información sensorial y la percepción del cuerpo.

Se ha observado que la oración que involucra gratitud, puede estimular la liberación de serotonina y dopamina. Estudios con resonancia magnética han mostrado cambios en la actividad de la corteza prefrontal, asociada con el control emocional y la reevaluación de emociones. La oración, puede activar centros emocionales del cerebro similar a la experiencia de la improvisación musical en algunos músicos.

Ahora, ¿qué debemos hacer? Pues bien, si buscar a Dios nos ofrece tantos beneficios y si la oración es el canal para alcanzarlo, entonces, es tiempo de darle a la oración el valor y la importancia que merece en nuestras vidas.

Te invito a navegar en las profundidades de Dios y experimentar lo que nunca has experimentado a través de la oración. No pierdas más tiempo, ahora es el mejor momento.

Ap. Julie de Romero.
Apóstol de la Federación C.C.N en Valencia.
Instagram @juliederomero
@ccn.valencia

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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Julie de Romero