Ahí el Ágora: Una lámpara que sí refleja
Aquí lo importante no es qué tan intelectual pueda ser una persona
Opinión.- Muchos libros hay en las librerías, lugares donde te puedes sentar a leer y leer todo lo que quieras, nutrir tus conocimientos, reflejar tus acciones o conducto en el espejo de un autor o ejemplar que leas. Es decir, respecto a lectura, muchas fuentes existen y a éstas se le suman los libros digitales, dándonos un amplio espectro físico, emocional y mental para aprender.
Sin embargo, solo hay un libro que es universal, poderoso, salvador, suficiente y perseguido para que nuestra vida sea auténticamente reflejada, y es la palabra santa, ella es lectura que verdaderamente puede darnos luz espiritual. No hay otro libro en el mundo que nos refleje nuestra conducta o produzca la luz perfecta en nuestro ser, la Biblia.
Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. Sal. 119:105. La palabra de Dios es la única lámpara, no hay otra que puede dar a nuestras vidas la luz sin tener nada empañado, sino que es una lámpara que refleja la luz del cielo. Si queremos saber quiénes somos y cómo nos conducimos en esta vida, en nuestras familias y en la comunidad donde vivimos, donde laboramos, vayamos al infalible espejo de la palabra.
La palabra de Dios nos reflejará si el récord que tenemos durante todos estos años son los correctos y aprobados no solo por Dios, sino también por los hombres.
Aquí lo importante no es qué tan intelectual pueda ser una persona, (que nos es malo serlo ), aquí no importa cuántos libros tengas en tu haber como lector, como escritor. ¡No! Aquí los que importan son los contactos de lecturas que hayas tenido con la palabra de Dios, con la biblia. La biblia es la brújula de toda sociedad.
El espejo donde podemos mirar nuestra vida exterior y mirar cómo está nuestra alma, nuestros sentimientos, lo podemos descubrir cuando escudriñamos las escrituras. Jesús dijo que en ellas tenéis la vida eterna, pero no solamente eso, esa misma palabra es la que da testimonio de Él, Ju. 5:39, sencillamente, toda la biblia, su historia completa es el mismo Cristo y Él crucificado.
Podemos buscar reflejo y hasta la aprobación en las personas, familias, amigos, pero solo la palabra de Dios nos mostrará cualquier déficit que tengamos como seres humanos en nuestro comportamiento. Pero esa misma palabra nos indicará las instrucciones a seguir para ser mejores y cambiar para agradar al dador de la vida y conseguir el favor terrenal.
Los reflejos o la medición de todo lo que hagamos se pudiera ver en otros espejos, como en los éxitos personales, en los libros de diferente gamas, en el dinero, en la fama, en los aplausos que levanten el ego; sin embargo, la respuesta más sincera, más correcta, el reflejo genuino, el espejo que nos va a decir la verdad, el que no va a adularnos ni inflarnos será la biblia, porque allí está el poderoso consejo sin mácula, sin maquillar las esquinas, sino que por medio de la palabra de Dios nos damos cuenta de lo que verdaderamente ocurre en nuestras vidas.
Muchas veces buscamos aprobación del hombre; sin embargo, Dios quiere que le consultes a Él, que vayas al Biblíon, que vayas a la pequeña biblioteca pero gigante y celestial en su contenido, porque el verbo que es Cristo nos quiere enseñar. La biblia nos dirá si aprobamos para algo o no, ella nos indicará si vamos conduciendo el vehículo de la vida correctamente.
La palabra de Dios, que es nuestra lámpara, nos dirá cómo debemos andar moralmente en la tierra. Ella nos evitará pisar en falso, avisará a nuestra mente, al corazón, respecto a algunas decisiones que vayamos a tomar, amados lectores; todo lo que vayas a hacer, consúltalo a la luz de la palabra. Busca su consejo y su reflejo.
Nos enseña la palabra de Dios a tener éxito en todo lo que se haga, ella nos guardará, nos quita las malezas espirituales, morales, sociales que nos no dejan expandirnos como personas; hay malezas, enramadas que no permiten a la vida del hombre avanzar; sin embargo, cuando leemos la palabra, las piezas que faltaban para engranar un proyecto de vida, el espejo y la lumbrera te reflejará el camino, te mostrará en dónde debes pisar. Ella nos conducirá, por cuanto es lámpara que te dará la más poderosa luz.
Sí se puede, amigo lector (a). ¡Es por aquí la plaza pública comunicacional!
Otrosí o nota: Pedimos a Dios por una mejor configuración política en el país, y en especial en Puerto Cabello. Es sano que haya líderes que deseen las mejoras para sus comunidades. Pero más sano es que cada líder político tome en cuenta lo que Dios, por medio de su palabra y a través de sus ungidos, quiere para cada uno. Es hora de escuchar a Dios y aprender de la biblia.
