Julie de Romero: Mentes transformadas
Estar sanos mentalmente hoy es un milagro
Opinión.- No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto. ROM. 12:2. Este mismo texto en la versión DHH dice “cambia tu manera de pensar y cambiará tu manera de vivir”.
Nuestra mente está bajo ataque continuo, recibimos un bombardeo de información, pronósticos, noticias estadísticas que son difíciles de procesar en un mundo tan acelerado, cambiante, agresivo y desafiante como el que vivimos.
Estar sanos mentalmente hoy es un milagro, tener paz, cordura, dormir bien, tener una mente con reposo y esperanza es un milagro. La salud mental ha sufrido un deterioro significativo, la depresión, el aislamiento social, la ansiedad, los trastornos del sueño, van en incremento, la modernidad y la tecnología, han cambiado nuestras relaciones, lo que pensamos y deseamos. Pero la buena noticia es que Cristo sufrió el castigo de nuestra paz, para que en él tengas una nueva mentalidad y una nueva manera de vivir.
No consideres normal vivir atado a pensamientos de temor, pérdida, fracaso, muerte, soledad, esto no solo debilita tu capacidad mental, sino que también pueden lograr hacer de ti un ser humano reducido, menoscabado, improductivo y desesperanzado.
Abraham luchó contra el retraso, la pérdida, el menosprecio, el temor, peleo una batalla contra “La temporalidad” y pudo prevalecer porque tenía la mente llena de fe y esperanza. La biblia dice en Romanos 4:18 que El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.
Ahora debes entender lo siguiente, la mente es el órgano corporal pero la mentalidad es la estructura, el esquema que gobierna tu mente. Para entender las diversas mentalidades debes conocer la forma cómo se estructura, es decir, los componentes de una estructura mental.
El racional: “Historia cultural e intelectual de las ideas, de la filosofía y de la exploración de la conciencia”. El emotivo: “Es el área de la mente donde se encuentran los afectos e impulsos que nos mueven a actuar y a reaccionar”. El imaginario: “Representaciones mentales que configuran un mundo interior personal pero que puede ser compartido con otros”. El inconsciente: “Aquellos procesos mentales que escapan a la conciencia. El conductual: “Toda la actividad humana observable según lo que se hace”.
Por lo que la mentalidad es la suma de lo racional, lo emotivo, lo imaginario, lo conductual y lo inconsciente. Cada una de estas áreas son necesarias trabajarlas, desde el perdón, la sanidad emocional, la fe, la esperanza y la palabra de Dios que es la fuente de vida y sabiduría para una trasformación mental y un nuevo estilo de vida. ¿Es posible? Sí totalmente.
Aunque eres una creación compleja y diversificada, puedes volver a reconstruir tu estructura mental teniendo como ayuda a Dios que te hizo y su palabra, para desarrollar una nueva mentalidad, por eso dice la biblia en 1 Corintios 2:16 “en cambio nosotros tenemos la mente de Cristo”, esto es resultado de una mentalidad transformada.
Mira el ejemplo de Saulo, que de ser asesino de cristianos, fue transformado en Pablo, un apóstol de Jesucristo o de Simón cuyo nombre significa “caña” pero luego fue cambiado a Pedro, cuyo significado es roca, y de Abram o padre exaltado que luego fue Abraham, padre de multitudes, reconocido como el padre de la fe. Todos fueron transformados, dejaron atrás, una mentalidad y abrazaron una nueva conforme al diseño de Dios para sus vidas.
Edifica grandes verdades en tu vida y créela firmemente como, por ejemplo, a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados, es decir que puedes encaminar lo que parece ser para tu mal, de todo aprender y sacarle provecho, esto te dará una estructura mental fuerte y combatirás pensamientos que vienen a causarte dolor.
Por último, debes entregarle a Dios tus pensamientos y pedirle que su amor los invada, necesitas conocer experimentalmente este amor, para que seas sano y libre, entonces podrás amar, perdonar y reconstruir tu vida según su modelo perfecto para ti. Si así lo haces, bienvenido a tus mejores días.
Ap. Julie de Romero.
Apóstol de la Federación C.C.N en Valencia.
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