Opinión
Silver cápsulas: ¿Es posible la salud financiera?
Hoy quiero compartir con ustedes un estudio que define cuatro tipos de pobreza
8 de julio de 2025
Opinión.- Aquí estoy, como cada martes hasta que dios lo permita. ¿Cuántas veces hemos creído que tener salud financiera es contar con mucho dinero disponible en nuestra cuenta bancaria? Les invito a abrir una nueva ventana de comprensión: la salud financiera no es la ausencia de gastos; por el contrario, es la capacidad de un individuo para afrontar cada gasto (planificado o no) con tranquilidad, sin sacrificar el disfrute de la vida.

Si representáramos la salud financiera como un barco a flote y la pobreza como un barco hundido, tendríamos que revisar verdaderamente la condición de ese barco (llamado pobreza).

Hoy quiero compartir con ustedes un estudio que define cuatro tipos de pobreza:

1) Pobreza objetiva: Es una condición medible, resultando una persona o grupo familiar que no puede cubrir sus necesidades.

2) Pobreza subjetiva: Es la percepción que tenemos de estar en carencia, movida principalmente por patrones mentales que posicionan la carencia en nuestra mente sin valorar los recursos disponibles.

Ejemplo: quien se refiere a sí mismo en estado de pobreza sin considerar activos materiales como un vehículo, una casa u otros recursos económicos.
3) Pobreza relativa: Esta es la más común y es el resultado de compararnos con otros, en consecuencia, nos sentimos en desventaja social y económica, ejemplo: la imposibilidad de mantener la membresía de un club o por no poder salir de vacaciones.

4) Pobreza persistente: es el resultado de una persona o grupo familiar que persiste por más de dos años en la pobreza objetiva.
Si te ha resultado familiar alguno de estos estados, ¡enhorabuena! Ya sabes la condición de tu barco.

La gran pregunta es: ¿Dónde está la oportunidad?

Fácil: tomemos papel y lápiz. Hagamos una columna con todos nuestros gastos (comida, transporte, etc.) y en otra columna todos nuestros ingresos. Al sumar cada columna, compararemos el total. Si tus ingresos no superan tus gastos, abordemos el asunto sin temor ni vergüenza, pero con mucha disciplina, eliminando los llamados “gastos hormiga” o todos esos pequeños egresos que nos cuesta recordar (una propina o un café). Acto seguido, hagamos un inventario de nuestros recursos para generar dinero. Recurso no es necesariamente dinero en efectivo; aquí llamaremos recursos a una habitación que no uses, una propiedad alquilable, etc.

Solo así comenzaremos una nueva etapa de vida cargada de sinceridad financiera y viviremos con orgullo y conciencia nuestras posibilidades económicas, una vida plena y lejos de la pobreza.
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Luis Antonio Yánez