Opinión
Agustín Albornoz S: ¡Vaya influencia!
Todos tenemos más influencia de lo que nos percatamos
7 de julio de 2025
Opinión.- Hay un tema demasiado importante al cual nos hemos referido en varias ocasiones: el de nuestro libre albedrío. Dicha potestad es la que nos lleva a tomar decisiones, elegir actitudes y escoger acciones de acuerdo a nuestro entendimiento en cualquier instante.

El libre albedrío, dado por Dios, supone una enorme responsabilidad inherente a dicha potestad, pero en el mundo de hoy, en general, muy a menudo se toman decisiones y acciones de cualquier tipo sin ninguna sabiduría ni madurez, además de que muy pocas veces las personas asumen dicha responsabilidad, menos aún cuando dichas decisiones producen resultados negativos, o hasta nocivos.

Otra razón muy importante vinculada al libre albedrío: a través de él cada quien influenciamos a otros, para bien o para mal. Tanto que un instante de descuido, una decisión súbita en unos segundos puede cambiar totalmente una vida.

Todos tenemos más influencia de lo que nos percatamos. Nuestras palabras tienen poder para construir o para destruir. Usualmente toma tiempo construir, más aún cuando se trata de construir algo de verdad útil y provechoso. Pero todo lo que tardó mucho tiempo en construirse, se puede perder en un solo instante en que nos descuidamos.

Por otro lado hay algo muy serio que pocas personas advierten: que muchas veces no tenemos idea de hasta dónde y hasta cuándo nuestra influencia va a tener un impacto. De hecho, podemos ver esto claramente en conflictos a nivel mundial que perduran en el tiempo, porque siempre hay personas que los están alimentando e influenciando durante muchos años. Ejemplos de esto sobran.

Al contrario, el ejemplo máximo de una influencia en extremo positiva es el de Jesús, quien desde que vivió aquí hasta hoy, es decir durante más de 2.000 años, ha mantenido su vigencia. Si reflexionamos e inquirimos con detalle al respecto nos percataremos, por ejemplo, de que Sócrates enseñó durante 40 años, Platón durante 50, Aristóteles durante 40 y Jesús solo durante 3. 

Pero la influencia de la obra de Jesús, que duró 3 años, transciende infinitamente el efecto de los 130 años combinados de enseñanzas de dichos hombres, que son de los más grandes filósofos de los tiempos antiguos.

Jesús no pintó ningún cuadro. Pero algunas de las obras más exquisitas de Rafael, Miguel Ángel y Leonardo da Vinci estuvieron inspiradas por Él. Jesús no escribió poesía. Pero Dante, Milton y cientos de los más grandes poetas del mundo estuvieron inspirados por Él. Jesús no era compositor. Pero Haydn, Haendel, Beethoven, Bach y Mendelssohn alcanzaron la cima de la perfección melódica en los himnos, sinfonías y oratorios que compusieron en loa de Él. En verdad, Jesús ha enriquecido toda esfera de la grandeza humana.

Finalmente, una breve reflexión y una frase: A menos que exista en nosotros aquello que está por encima de nosotros (Jesús), pronto terminaremos bajo la influencia de lo que hay alrededor de nosotros.

Cuanto más fiable seas, más confiarán los demás en ti, lo cual a su vez te otorgará el privilegio de ejercer influencia en sus vidas. Cuanto menos fiable seas, menos confiarán los demás en ti y antes perderás tu puesto de influencia. John Maxwell.

@viviendovalores
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Agustín Albornoz S.