Armonía fetal: La reconexión con lo espiritual
Es emocionante apreciar cómo ahora, muchos han comenzado a vivenciar las experiencias del embarazo
Opinión.- Vivimos en un mundo cada vez más tecnológico. Quizás por esta razón, muchas personas buscan conectarse estrechamente con su esfera espiritual. Han descubierto que los caminos del misticismo oriental y occidental, pueden ofrecer pautas útiles para su autorrealización.
Es emocionante apreciar cómo ahora, muchos han comenzado a vivenciar las experiencias del embarazo y la crianza como oportunidades para encontrarse con su yo interior. La concepción de un hijo se resume en la fusión de dos gametos, unión biológica la cual está imbuida en un misterio sagrado.
Es en el momento propicio de la fecundación cuando el alma del bebé inicia su descenso desde los niveles sutiles de los reinos espirituales, hacia un cuerpo en desarrollo.
Para la pareja con orientación espiritual, la concepción es una experiencia divina, una unión con Dios. Los padres elegidos, son el vínculo entre el cielo y la tierra, reproduciendo el milagro del espíritu en la materia. La mujer es un templo sagrado. Poetizando diríamos, ovula para encontrarse en una danza sagrada con el espermatozoide. Teje sus tapices ancestrales de vida mientras su ADN se fusiona con el Espíritu, y la Vida Eterna brota en su vientre, como una fuente pura de Juventud.
Océanos primordiales bañan la orilla de sus entrañas mientras su sangre se convierte en la línea vital de un Ser Santo que reside simultáneamente entre el cielo y la tierra.
Su respiración se suaviza en su cuerpo mientras unifica cada acción para nutrir a esta consciencia que se le ha confiado perfeccionar, la calidad de su vida para que pueda desarrollar su forma humana a la altura de su esencia. Se fusiona y se unifica con la madre universal que lleva dentro.
Comprometerse con la paternidad implica la voluntad de ser una fuente constante de amor y sabiduría, así como el compromiso con el uso correcto de la voluntad. Su relación de pareja tendrá muchas oportunidades de transformarse y madurar a medida que aprendan que aceptar la responsabilidad del cuidado de un alma, exige una reevaluación continua de sus decisiones, antes, durante y después de la concepción.
Su propósito será, ayudar al alma encarnada, en la creación de su personalidad, capacitando a su hijo para expresar lo divino y nutriendo sus cualidades y capacidades especiales, para triunfar en el mundo.
Para concluir les dejo esta reflexión: Ser unos padres plenos y saludables, es un proceso dinámico que implica, desarrollar intencionalmente una gran sabiduría interior, por eso es muy importante, que te reconectes con tu espiritualidad.
Gonzalo Medina Aveledo PhD Ciencias Médicas
Médico Obstetra
Investigador de las emociones maternas
Ig. @armoniafetal
