Ahí el Ágora: Seguir la paz es la opción
La paz es generadora de un poder interno cuando la tenemos, es sinónimo de autoridad
Opinión.- Debemos siempre y por siempre seguir la paz. La paz es generadora de un poder interno cuando la tenemos, es sinónimo de autoridad, control personal y dominio propio en todas las áreas que nos comprende la vida. Sin paz, difícilmente las decisiones que se tomen poseerán la virtud y eficacia que deberían tener los pasos que se vayan a dar.
Los problemas que se generan son por la ausencia de paz en el consciente e inconsciente del hombre, igualmente en el corazón. Cuando se carece de paz, el espíritu tiende a perder el enfoque y jamás atraerá bienestar a las partes. Es por ello que los pleitos se levantan fácilmente en las familias y aún entre naciones; se pierde la visión.
Podemos observar cómo ocurren en el seno familiar contiendas entre los miembros, también vemos en las comunidades vecinos que no se hablan entre sí, al punto de hacer cosas inauditas con tal de dañar a la persona que comparte el mismo territorio. Todo esto ocurre cuando uno de los principales elementos que puede darnos estabilidad emocional está ausente, y ese elemento medular es la paz.
Se levantan guerras, no es secreto para nadie cómo naciones contra naciones se señalan, se acusan, se denuncian, en fin, si bien es cierto que todo esto es simplemente el cumplimiento de lo que está escrito, informado con antelación que iba a suceder; en la palabra de Dios están escritas estas inmutables señales, también es cierto que se ha desvanecido la poca paz y el poco juicio de los gobernantes y, sencillamente, del hombre común y corriente.
El salmista David nos llama a apartarnos del mal y a hacer el bien 34:14. Pero lo significante de este salmo es la diligencia que debemos tener, y es buscar la paz, y una vez alcanzada, seguirla. No propiciar con nuestras lenguas, acciones, vanidades nada que invite a los problemas, no hagamos ni suscitemos situaciones candentes que luego sean difíciles de apagar.
No podemos seguir construyendo sobre plataformas engañosas, sobre la apariencia, ni mucho menos sobre la paz que es efímera. Muchos ponen su confianza en una paz y esperanza que esperan desde rincones de esta tierra, esperan en sistemas gubernamentales, en riquezas, sin saber que esa paz que te proveen momentáneamente algunos privilegios terrenales tienen su rápido fin.
Sin embargo, existe una paz única e indestructible. Jesús nos da de Él mismo su Paz. La paz os dejo, mi paz os doy. Dios nos permite tener esa paz y relación con Él, siendo el Padre, y que todos los que lo aman deben tener. Pero, una cosa es tener ‘paz con Dios’ y otra es tener la ‘paz de Dios’, que solo nuestro Cristo provee.
No como el mundo la da, yo os la doy. Ju.14:27. En Jesús todo es genuino, nada es superficial, en El Maestro la paz es duradera, no es una paz falsa ni que se desvanece con el tiempo. Él es la paz verdadera. A pesar de cualquier conflicto emocional, familiar, laboral, en la misma iglesia, entre países, Cristo es la fuente original.
No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Cuando nos abastecemos de su presencia, de todo lo que Jesús significa, los miedos, las dudas, las malas decisiones y el titubeo desaparecen, porque tenemos en Dios, solo en Él, el control y la victoria, porque nos conducimos direccionados por su paz, que sobrepasa todo entendimiento humano.
Sí se puede amigo lector (a), ¡es por aquí la plaza pública comunicacional!
Otrosí o nota: Oramos a Dios para que haya paz, verdadero sosiego y entendimiento en todos los países que tienen relaciones toscas y están en conflictos entre sí. Oramos y bendecimos a Israel.
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