En Armonía fetal: La inteligencia secreta de los bebés
Vienen a este mundo conscientes y merecedores de amor
Opinión.- La teoría de la tabla o tabula rasa de los bebés que sugiere que vienen al mundo sin un contenido mental innato fue acuñada y popularizada por el filósofo occidental John Locke en el año 1690, hoy, más de 300 años después, en algunas mentes aún perdura.
Serias investigaciones canalizadas por la neurociencia nos señalan, más bien, que los bebés llegan a la vida con una página completa de consciencia, como seres pensantes, con capacidad de memoria y aprendizaje, disfrazados de cuerpos diminutos y sin habla.
Con una consciencia extraordinaria, los bebés guardan recuerdos espontáneos de su viaje desde el mundo espiritual hasta la concepción, la vida en el útero y el nacimiento mismo.
Al ser poseedores, desde antes del comienzo, de numerosas habilidades asombrosas nos conducen a pensar que existe una la inteligencia secreta en los bebés. Cada bebé no es menos ser humano que cualquier adulto.
Vienen a este mundo conscientes y merecedores de amor y cuidados tiernos. En un mundo donde la ciencia está dominada por el empirismo y el conductismo rígido, nuestro reto es presentar, cada vez más, evidencias de la inteligencia secreta de los bebés.
Es asombroso escuchar los relatos de las madres que asisten a mi consulta cuando me comentan que algunos de sus hijos recuerdan y articulan de forma natural, momentos precisos o verídicos de la preconcepción, la concepción, de su estancia en el útero, el nacimiento y vidas pasadas que, de alguna forma, constituyen los 5 tipos de memoria, de paso, poco reconocidos en todo el mundo.
En 1916, Freud añadió y acuñó el término amnesia infantil para indicar la incapacidad de recuperar recuerdos de la infancia y la niñez.
De allí que para algunos la idea de que los niños retengan la memoria de eventos antes de la concepción y durante la gestación y el nacimiento puede parecer descabellada.
Sin embargo. cuando se subestima la capacidad de los bebés pararecordar, se tratan más como objetos y menos como personas, lo cual no puede ser bueno para los bebés.
La memoria infantil constituye solo uno de los muchos aspectos de la inteligencia secreta de los bebés. Además, una creciente lista de funciones complejas que involucran la percepción, el aprendizaje, la emoción y las habilidades comunicativas se hacen cada vez más evidente en los prenatales y los recién nacidos.
La inteligencia secreta de los bebés anuncia, desde ya, una llamada de atención espiritual y científica. He iniciado una investigación científica para recopilar esos relatos aportados por mis pacientes.
Si quieres participar, por favor envíame tus relatos al correo
armoniafetal@gmail.com.