Agustín Albornoz S: Gestos de un amor real
El mes pasado se celebró en varios países el Día de la Madre, aunque pienso que este debería ser todos los días
Opinión.- En ocasiones hemos comentado sobre lo vital del amor verdadero, de cómo este valor, con todo lo negativo que ocurre en el mundo hoy día, cada vez adquirirá un mayor valor; sobre todo cuando estamos viendo claramente los frutos nefastos del rencor, el desamor y la indiferencia, que encarnan todo lo opuesto. También hemos dicho que la única manera real de que el amor verdadero se manifieste es cuando lo llevamos a la acción, es decir no solo en palabras sino sobre todo poniéndolo por obra.
El mes pasado se celebró en varios países el Día de la Madre, aunque pienso que este debería ser todos los días, lo cual incluiría a nuestras abuelas y a quienes, por las razones que sean, han desempeñado ese papel de madres; lo cierto fue que este hecho me recordó lo que dijo en una ocasión el publicista y escritor H. Jackson Brown: “Nunca desperdicies la oportunidad de expresar tu amor”. Reflexionando en estos temas, surgió la pregunta de cómo mostrar más amor a nuestros seres queridos, en especial a nuestras madres y abuelas (¿y por qué no a las de otros también?).
Al respecto, una vez pude leer sobre una idea que quisiera proponerles ahora: enviarles con cierta frecuencia una breve nota de una o dos frases, en las cuales les expresemos nuestro amor y admiración por ellas y por tanto les demos ánimo, de paso, algo vital para personas de su edad.
Por ello, quisiera sugerir algunas frases que también leí en una ocasión anterior:
Querida mamá: A menudo fuiste para mí como un ángel disfrazado, siempre presente para guiarme, darme tranquilidad. A pesar de la distancia física, aún te siento cerca de mí.
Querida mamá: Alguien dijo: La gratitud en silencio no le sirve mucho a nadie, y quiero asegurarme de expresarte mi gratitud por todo lo que has dado y por la hermosa vida que has tenido. Espero que pueda ayudarte a entender el gran valor que eso tiene para mí y para otras personas y que estés tranquila con la certeza de que tu vida sí que ha valido la pena.
Querida mamá: Albert Schweitzer dijo: “A veces se apaga nuestra propia luz y se reaviva gracias a la chispa de otra persona. Todos tenemos motivos para estar muy agradecidos por quienes han encendido nuestra llama interior. Mamá, tú has hecho eso por mí”.
Gracias, querida mamá, por las muchas veces que me has ayudado a seguir adelante cuando no tenía ganas de hacerlo. A lo mejor no lo recuerdas pero yo sí, y para mí ha significado mucho. ¡Gracias!
Querida mamá: A veces todo lo que una persona necesita es una madre, una que pueda hacerla sonreír cuando está triste. Alguien que espere con ilusión oír su voz en el teléfono. Alguien que le diga «te quiero» y que lo diga desde lo más profundo de su corazón. Tantas veces has sido esa clase de madre para mí. ¡Gracias!
En fin, nunca menospreciemos el poder de un sincero gesto de amor que hagamos por otro, así sea el más sencillo.
Nota: Como se acerca el Día del Padre, también podríamos hacer algo similar para ellos.
@viviendovalores
