Luego de un placentero vuelo por el Y.A.B, llegamos a la región víncula de Bolivia, donde se respira la añoranza de la madre patria, la muy castiza Tarija, capital del Departamento de Cercado
Opinión.- El próximo 6 de agosto se celebra el día de la hermana República de Bolivia. Como ya estamos en vacaciones escolares, les invito a conocer esta región llena de paisajes increíbles, como el caso de los Yungas en pleno altiplano boliviano; esta zona es de un calor que contradice donde esta ubicada.
Luego de un placentero vuelo por el Y.A.B, llegamos a la región víncula de Bolivia, donde se respira la añoranza de la madre patria, la muy castiza Tarija, capital del Departamento de Cercado. Allí se ve el trabajo cotidiano de gente con una mística, ética y honestidad a carta cabal. Todos los tarijeños son llamados cariñosamente chapacos (indígenas blancos); su plaza Luis de Fuente, donde todas las tardes es la reunión cotidiana de niños, jóvenes y adultos sin distingo de clase, que dan vueltas y vueltas. En las mañanas, las tradicionales salteñas de exquisito sabor, en los diferentes sitios o snack donde se elaboran, y cada quien le da su toque particular.
Tarija, llama al turismo por el trato cordial, familiar y fraternal de todos los que forman este dinámico lugar. Tiene lugares de ensueño, como su angosto Río Guadalquivir, San Luis, La Otra Banda, y sus campos con su chicha, su tabaco y la verde pradera de sus valles. A nivel industrial tiene diversas fábricas como la cerámica de los Auzza, la maderera de los Ale y su fuerte la Vinícula, como el vino Aranjuez de los Cortez Frigerio, el vino Arce de la familia Arce, el vino Kolberg, la fabrica de hite de Irma Vander, y otros que han llegado a esta linda tierra chapaca, a acrecentar más su linda idiosincrasia.
Recordemos que fue gente emprendedora los primeros extranjeros que llegaron, como don Eugenio Frigerio, que llevó la electricidad y el cine; y don Pedro Vadillo, la primera agencia de carro y sus grandes aserraderos.
Tarija, sus calles, nos remonta a Andalucía; su castellano está calificado como el mejor hablado y escrito de toda Bolivia. Escritores de la talla de los poetas Franz Ávila del Carpio y todos sus alumnos que, cada día recuerdan sus enseñanzas, un maestro a carta cabal; Octavio Campero Echazu y Edgar Ávila Campero, dos cantores y poetas de estas tierras chapacas.
Quien llegue a conocer esta tierra tarijeña nunca la olvidará, por que su recuerdo se queda plasmado en el cerebro y su querencia en el corazón.
Tulio Monsalve Serrada
