Julie De Romero: Se acabó el vino, pero allí viene Jesús
Las bodas eran acontecimientos muy importantes y una celebración inolvidable. Los novios eran tratados como reyes
Opinión.- En el evangelio de San Juan 2:1-11 se relata una historia increíble de unas bodas en Caná de Galilea donde asistieron Jesús, María su madre y los discípulos. Lo interesante de este relato es todo lo que ocurrió en ese escenario y cómo ese suceso nos enseña aun hoy.
Las bodas eran acontecimientos muy importantes y una celebración inolvidable. Los novios eran tratados como reyes. La novia era adornada como una reina, sus cabellos eran trenzados con tantas piedras preciosas como poseyera la familia o pudieran pedir prestadas, el novio iba vestido de gran gala y enjoyado. Se sentaban bajo un dosel y allí como reyes comían y disfrutaban; el dosel era símbolo de estar bajo el pacto de las alas del Altísimo.
La duración de la fiesta nupcial era de siete días. El número siete significa en la Biblia, estar saciado, sentirse pleno en todas las áreas de la vida, por lo tanto, en esos siete días nada podía faltar, nada podía dañar la ecuación de sentirse saciados. El vino representa el pacto que perdura en los momentos de alegría y de tristeza, así que cuando el vino se terminaba, se consideraba una tragedia y un mal pronóstico para la nueva familia.
Un escenario bello que se fue complicando cada vez más, un momento de celebración que pasó a ser de angustia y ansiedad. No sucedían las cosas como se había planificado para ese momento especial. ¿No te ha sucedido algo así, también?, cuando haces un plan y parece que todo toma un rumbo totalmente diferente y no sabes cómo detener o revertir los acontecimientos. Quizás fue a causa del descuido, mala planificación, imprevistos, o más, la razón no se detalla en la historia, pero sí se resaltan las acciones de Jesús.
¿Por qué Jesús intervino esa noche? En primer lugar había sido invitado, asegúrate de incluir a Dios en tus planes; en segundo lugar, María oró a favor de la familia, ella sabía las consecuencias de lo que estaba sucediendo y conocía que Jesús podía hacer lo imposible, por lo tanto necesitas buscar a Dios cuando tus planes se complican, tener la humildad de decirle en oración “ayúdame”, “te necesito”, “esto es imposible para mí”; tercero, Jesús encontró en el escenario el momento oportuno para manifestar su gloria y aunque su ministerio público no había comenzado, iba a revelar un misterio, que cuando él está, nada falta y todo lo suple. Sin que nadie lo previera escribió una metáfora que anunciaba la profecía mesiánica de las bodas del cordero. Por lo tanto, esa situación que vives, tu problema, tu crisis, es la oportunidad para que Dios se manifieste y deje una huella imborrable en tu corazón.
No limites a Dios, él siempre hará más de lo esperado. Jesús mandó a buscar seis tinajas de piedras para agua. Cada tinaja podía contener de 32 a 103 litros de agua, según historiadores bíblicos, Jesús proveyó 480 litros de vino para los invitados. El maestre sala quedó anonadado, el novio fue aplaudido y elogiado por todos; sin embargo, sabía que no había sido él, sino la mano poderosa de Dios. Aunque todos te alaben mantén tu corazón arrodillado ante Dios. Dios te bendecirá escandalosamente, hará lo imposible a tu favor, pero esto solo debe producir que tu corazón se quebrante delante de él.
Por último, no te olvides de ser agradecido. Para llenar las tinajas se usaban unos recipientes de unos cinco litros, y los historiadores dicen que fueron 480 litros de agua que convirtió en vino. ¿Cuántos viajes tuvieron que hacer los siervos del pozo más cercano hacia las tinajas? Tuvieron que hacer 96 viajes aproximadamente, increíble ¿verdad? Estos fueron los hombres que colaboraron para el milagro, ¿Ellos qué hicieron? ¡Solo trajeron agua!!!, pero sin agua no hubiese habido vino. La fe de ellos y su obediencia debe ser honrada y reconocida, incluso dice la Biblia, que las llenaron hasta arriba. Dios usará personas a tu favor, no te olvides de ser agradecido, porque la gratitud es la virtud de los corazones humildes.
La frase célebre de esta historia es que Dios reserva el mejor vino para el final. Por lo tanto, te digo, tu historia no ha llegado al punto final, ¡allí viene Jesús!, todo es posible si lo invitas, si le clamas y si dejas que Él escriba en tu vida su metáfora, terminarás en celebración y alegría porque con Dios siempre se gana. ¿Lo crees?
Ap. Julie de Romero.
Apóstol de la Federación C.C.N en Valencia.
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