¡Si Dios te diera todo rápido tendrías una vida aburrida, no tendrías incertidumbre ni mariposas en el estómago, ni el corazón se te aceleraría! Está bien que tengas metas, pero no seas tan meticuloso, porque no sabes lo que te va a venir. La belleza de la incertidumbre es como cuando estás en una relación y hay amor, pero nada te garantiza que va a ser perfecto. ¡Imagínate los novios en la boda de Canaán donde faltó el vino! Ya comenzando la relación se generó la incertidumbre, gracias a que Jesús estaba allí e hizo el milagro de transformar el agua en vino. La incertidumbre te enseña que se cree saber todas las cosas, pero finalmente no se controla nada.
Lo importante de esta historia es lo que dijo Jesús: “Esta enfermedad no es para muerte, es para que la gloria se manifieste”. Es decir, no importa lo que pases ahora, lo que importa es lo que Jesús te dijo primero. Dios no se mueve enseguida, Dios se mueve por propósito y para que desarrolles tu fe.
Caminar con Jesús es estar preparado para lo impredecible. Jesús estaba en una ciudad donde le querían matar, luego Jesús les dice a sus discípulos que se devuelvan a Judea, a la misma ciudad; los discípulos no querían porque tenían miedo, por eso debes estar abierto a la forma como obra Jesús. Si Dios ya te dio una palabra entonces debes creerla y pedirle sabiduría y revelación para entender que ya Jesús está en camino y tu situación es más pequeña de lo que piensas.
Betania estaba a 15 estadio de Jerusalén, las hermanas estaban angustiadas porque Jesús no llegaba, pero Jesús les dijo, “tu hermano resucitará”, mientras que las hermanas, Marta y María, pensaban que su hermano había muerto, Jesús iba a despertarlo. Para Jesús es igual el dormir o la muerte, porque él tiene poder sobre la vida y la muerte, pero Marta le respondió “yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final”, porque ella trasladó el milagro al futuro, no traslades al futuro lo que Dios marcó para tu presente. Tu milagro es hoy, hoy los gusanos no tendrán comida, porque Jesús ha llegado, y una vez que lo crees su manifestación es indetenible.
Caminar con Jesús es un aprendizaje de por vida, Jesús sabe lo que es la muerte, por eso lloró por su amigo Lázaro, llegó conmovido al sepulcro, profundamente triste, sus entrañas estaban tristes y también se conmueve por ti, por todos los que sufren, los que han perdido sus sueños, su dignidad, porque Jesús es eternamente divino y profundamente humano. Entonces, dio la orden y removieron la piedra, salió un olor nauseabundo, aguanta el olor porque luego viene el gozo y soltó la palabra de poder y resurrección, Jesús no es religión es la voz de Dios que desaparece el cáncer y hace huir la muerte.
Los gusanos no podrán comer a los que le creen a Jesús. Lázaro se levantó y salió del sepulcro, los discípulos corrieron a desatarlo, los gusanos se van a morir porque no tendrán comida, Jesús va a resucitar a los lázaros de este mundo, Jesús restituirá y restaurará tu vida y así, como Lázaro, te sentarás en la mesa a cenar y disfrutar de tu nuevo tiempo, te llamarán el que escapó de la tumba y los gusanos no te comieron.
¡Viva mi Jesús!
Ap. Julie de Romero.
Apóstol de la Federación C.C.N en Valencia.
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