Opinión
Cita con la historia: 1913; Arévalo González, Carlos Brandt, El Bagre y las elecciones
El Bagre, modificó la constitución para posibilitarse la “reelección”. Para justificar la represión a cualquier adversario político inventó supuestas invasiones de Cipriano Castro y de los otros opositores
16 de agosto de 2024
Opinión.- Juan Vicente Gómez se había apoderado del gobierno desde 1908 cuando traiciona y da un golpe de estado a su compadre Cipriano Castro. Después del golpe Gómez se había hecho elegir por el congreso por un período que terminaría en 1914. A Gómez popularmente llamaban “El Bagre” por sus inmensos bigotes, que recordaban al pez bigotón que según la creencia del pueblo se alimenta de porquerías.

El Bagre, modificó la constitución para posibilitarse la “reelección”. Para justificar la represión a cualquier adversario político inventó supuestas invasiones de Cipriano Castro y de los otros opositores. Con estas excusas mantenía un clima de persecución a cualquiera que manifestara opiniones contrarias a su gobierno, lo que le permitió subyugar el país durante el período 1909 a 1913. En ese año estaban próximas las elecciones y El dictador estaba muy cómodo, ya que no se conocía que ningún candidato quisiera competir por la primera magistratura.

En esos tiempos había un periódico libre, llamado “El Pregonero” dirigido por Rafael Arévalo González, un honesto escritor y telegrafista, que en sus columnas había denunciado las arbitrariedades y corrupción de presidentes del pasado como Crespo, Castro y Andueza Palacio, de quien se decía pasaba más tiempo borracho en un botiquín que en su despacho de la Casa Amarilla. Arévalo González había escrito dos novelas: “Escombros” y “Maldita Juventud”, pero destacaba mas bien por sus valientes escritos en contra de la corrupción en el “Pregonero” y la revista científico literaria “Atenas”, de la que también era director.

Pues bien, acercándose la oportunidad de que el congreso eligiera nuevo presidente, a Arévalo se le ocurrió que era lógico proponer una alternativa distinta a Gómez, y por medio de su periódico “El Pregonero” publicó un editorial en el que promovía una candidatura alternativa: Se le ocurrió proponer al doctor Félix Montes, un jurista sin ninguna trayectoria política, sin partido que lo apoyara (todos los partidos estaban proscritos) y desconocido para casi todo el mundo, excepto al ambiente de los jurisconsultos.

El Pregonero, que se editaba en Caracas, era transportado por el ferrocarril a las otras ciudades del centro del país, y así llegaba hasta Puerto Cabello, donde lo distribuía Don Carlos Brandt, quien al igual que su amigo Arévalo, era también periodista, educador, políglota, escritor y más aún prolífico biógrafo y filósofo. Brandt era director del diario porteño “El Ateneo” y tenía una librería donde se vendían diversos periódicos y revistas.

Pero al enterarse Gómez del atrevimiento de proponer una candidatura diferente a la suya, entra en cólera y ordena a sus esbirros proceder a perseguir a los desafectos. El 13 de julio de 1913 los “chácharos” gomeros allanan El Pregonero en Caracas, confiscan los periódicos, destruyen el local y se llevan preso a Arévalo González. En realidad no es que se lo han llevado preso, sino que lo han secuestrado. No hay ni expediente, ni orden judicial, ni delito alguno. Simplemente ha osado ejercer su derecho cívico de proponer un candidato.

Los esbirros salen a buscar también al doctor Montes, pero este, advertido se esconde y logra huir a Curazao.

Casi inmediatamente los policías buscan y se llevan a Don Carlos Brandt, internándolo en el infernal Castillo de Puerto Cabello.

Al día siguiente, el doctor Eudoro López, médico del Hospital de Puerto Cabello y galeno de confianza de la familia Brandt acude a casa del escritor a preguntar por su destino y al salir de la residencia también es detenido y llevado al Castillo. Allí ya estaban el Dr. Francisco Ignacio Romero, conocido farmaceuta y otros ilustres carabobeños, todos secuestrados por el régimen, sin juicio ni expediente alguno.

Llegada la oportunidad, el congreso eligió como presidente al único candidato: Juan Vicente Gómez.

Rafael Arévalo González permaneció en la terrible cárcel de La Rotunda 9 años, desde 1913 hasta 1922, pero cuando encarcelan a los estudiantes de la universidad en 1928 escribe a Gómez una carta de protesta pidiendo la libertad de los muchachos y lo envían al presidio de Puerto Cabello por 4 años.
Carlos Brandt estuvo 7 meses preso y al salir huyó al exilio durante más de 20 años hasta que muerto el tirano pudo regresar.

Así son las tiranías, temen a la inteligencia, persiguen escritores, periodistas, educadores y médicos simplemente por expresar su opinión.

Por: Luis Heraclio Medina Canelón
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FUENTE Editoría de Notitarde