Opinión
Cesár Burguera: Máximo Décimo y su confuso Ego
17 de mayo de 2022

Opinión.- Otra vez Máximo. Nuevamente surge, casi de manera delirante, el legendario Máximo Décimo ataviado con su reluciente armadura de hojalata y empuñando firmemente su inseparable espada de madera de olivo, que le fuera confeccionada para emprender sus imaginarias aventuras, sus utópicas proezas. En esta oportunidad Máximo Décimo, dentro de sus desequilibradas actitudes, quería darle formalidad a su nuevo lance u ocurrencia y por ello agregó a su emblemática vestimenta unas grebas altas que resultan necesarias por lo reducido de su expuesto escudo, igualmente utilizó la “Manica”, un protector para el hombro y brazo derecho, así como también una colorida faldilla corta con cinturón ancho que complementaba con un casco de pluma lateral y cresta alta. De esa manera Máximo Décimo empezaba a hablar, de manera estridente y hasta con micrófono en mano, de principios como la lealtad, la solidaridad y hasta osaba, dentro de su mermado conocimiento, a elaborar confusas teorías sobre personalidades, modismos y egos, tal vez sustentadas por la experiencia de observarse diariamente ante su grisáceo espejo. Ante ello nos atrevemos a realizar una improvisada fábula sobre el ego. En una oportunidad un inconsecuente personaje descubrió el arte de reproducirse a sí mismo, tanto que resultaba imposible distinguir el original de la reproducción. Pero en un aciago día se enteró de que andaba buscándole el Ángel de la Muerte, y entonces hizo doce copias de sí mismo. El Ángel no sabía cómo averiguar cuál de los trece ejemplares era el inconsecuente personaje, de modo que los dejó a todos en paz y regresó a sus infiernos, pero no sería por mucho tiempo, porque, como era un experto en la naturaleza humana, se le ocurrió una ingeniosa estrategia y dijo: "Debe de ser usted un genio, señor, para haber logrado tan perfectas reproducciones de sí mismo, sin embargo, he descubierto que su obra tiene un defecto, un único y minúsculo defecto”. El inconsecuente pegó un salto y gritó: "¡Imposible! ¿Dónde está el defecto?","Justamente aquí", respondió el Ángel mientras tomaba al inconsecuente personaje de entre sus reproducciones y se lo llevaba consigo. "Todo lo que hace falta para descubrir al ego es una palabra de adulación o de crítica".



La incesante prédica. La pasada entrega hacíamos valido reconocimiento a los que han configurado el nuevo perfil de esta patria, esos mismos que han auspiciado la recuperación económica de nuestro país haciéndole frente a todas las irracionales prácticas que buscan soslayar la presencia y figura de todo un pueblo. Son los que insisten en la convocatoria de todos los sectores para emprender conjuntamente la tarea de transitar juntos este fascinante y nuevo sendero. Es en definitiva el concurso de todos los venezolanos. Es el diario esfuerzo y trabajo de la primera referencia del proceso revolucionario y primer mandatario de la nación, Nicolás Maduro, es la tenaz vocación de gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava, ambos asumiendo la condición de ser los apóstoles de la recuperación, los predicadores de la esperanza. La semana pasada el presidente Nicolás Maduro llegaba enfáticamente a señalar “¡Nada ni nadie nos detendrá! Seguimos trabajando, con mucho esfuerzo, para consolidar la ruta de la estabilidad, la recuperación, el crecimiento y la nueva esperanza venezolana. Es un hecho tangible que vemos con la diversificación y la expansión de nuestras fuerzas productivas”. Igualmente volvía con mayor entusiasmo a extender, cómo ha sido su principal característica, la invitación para el reencuentro y cohesión. Maduro anunciaba “Estoy abierto a escuchar nuevas propuestas, ideas y visiones para que Venezuela se recupere. Reitero mi llamado a todas y todos los venezolanos, dejemos a un lado la mezquindad, es hora de trabajar unidos y consolidar esta primera etapa del crecimiento de la economía real” y finalmente, visiblemente emocionado, enviaba la apasionante proclama “El optimismo que siento en esta nueva etapa de crecimiento, se basa en la realidad que estamos viviendo y en el ánimo de las y los venezolanos por recuperar la economía. Tenemos la visión clara: una economía diversificada que construya felicidad social”. Por ello desde este eterno Carabobo se formalizó, a través de imponentes asambleas de dirigentes del principal partido de la revolución, bajo la tutela, voz y liderazgo de Rafael Lacava, la propuesta para que el Congreso del PSUV designe a Nicolás Maduro como el candidato para las elecciones presidenciales del año 2024. Resulta incoherente que congresos regionales realizados en Carabobo por partidos políticos con minúscula y preocupante votación en los pasados comicios regionales traten de poner en duda esta ineludible realidad. Que les quede claro, Maduro es continuidad, legado y revolución.


Enzo y su callado retorno. El pasado domingo 8 de mayo arribaban a territorio patrio los ciudadanos Vicencio Scarano Spisso, pasaporte N° 067349638 y Rosa Brandonisio de Scarano, pasaporte N° 067387670 en un vuelo de la aerolínea Copa signado con el número 251. Se pudo conocer que al tocar, la flamante aeronave, la respectiva pista de aterrizaje, se produjo una sensación de alivio de todos los pasajeros que no pudieron conciliar sueño o descanso ya que tuvieron que custodiar celosamente sus pertenencias al percatarse que Scarano se encontraba dentro de la dominical travesía aérea. Ingresaron al país prácticamente a hurtadillas, Enzo trataba inútilmente de esconder su gruesa figura, su amplio rostro a través de unas enormes gafas de sol y una florida gorra donde se podía divisar el lema “I Love Miami”. Cómo se recordara un triste y compungido Enzo había señalado en diciembre pasado que se marchaba del país para celebrar en familia la natividad del redentor, el nacimiento del Niño Jesús, pero que en enero, antes del Día de Reyes, regresaría para emprender las duras luchas de la alicaída oposición. Pero se conmemoró el nacimiento del Niño Dios, llegaron los Reyes Magos con sus respectivos obsequios, se presentaban las festividades carnestolendas, volvimos a través de la diaria oración a observar la pasión y muerte de Jesucristo donde fue crucificado, muerto y sepultado, descendiendo a los infiernos y al tercer día resucitando entre los muertos, pero Scarano nunca apareció. Nos revelan desde su mismo entorno familiar que los motivos de su encubierto retorno obedece a su incorporación al partido Fuerza Vecinal y formar parte del plantel de los “Fospuca Boys”, los mismos de las exorbitantes tarifas que vapulean al ciudadano y que ha sentenciado la desaparición de millares de empresas y establecimientos comerciales. La otra razón de la permanencia del voluminoso Scarano en el país es su presentación ante los órganos competentes para dar diafana explicación sobre el oscuro e indignante caso del Terminal Turístico de San Diego. Y esa es la verdad.



Por Cesár Burguera

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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde