"El psiquismo fetal, se aprecia en el bebé, a partir de la progresiva madurez y capacitación del sistema nervioso"
Opinión.- Los seres humanos surgen como individuos biológicos, cuya transformación es consecuencia de un mayor desarrollo y una mayor flexibilidad en sus mecanismos de adaptación al medio, que transmiten a su descendencia. Así psiquismo humano está íntimamente estructurado y conectado con la biología del cerebro, de la cual depende para existir. El psiquismo fetal, se aprecia en el bebé, a partir de la progresiva madurez y capacitación del sistema nervioso, el cual puede esquematizarse en tres momentos:
El primer momento lo constituye el proceso de mielinización. La mielina aparece aproximadamente a las 16 semanas de vida fetal. El segundo momento vendría dado por el desarrollo y la aparición de los reflejos fetales a partir de la octava semana de vida intrauterina. Y las conductas fetales constituyen el tercer momento, en la evolución psicofisiológica del bebé intrauterino.
Entonces el psiquismo fetal vendría a ser la estructura mental presente en el feto, resultante de la integración de funciones homeostáticas y reflejas, ejecutadas por el cerebro en desarrollo, que se manifiesta en la capacidad de adaptación progresiva al entorno ambiental intrauterino y psico-social, capacidad que parte del desarrollo de todos sus órganos de los sentidos durante su estancia en el útero materno.
A través de los sentidos, (oído, tacto, gusto, olfato y vista) el bebé intrauterino, adquiere la propiedad de poder percibir lo que ocurre en su entorno, adaptándose, siendo esa adaptación (producto de su naciente Psiquismo) el forjador potencial determinante de su personalidad futura.
Desarrollar esas facultades durante su vida intrauterina, le permite tolerar incluso el trauma del nacimiento. Recordemos que su vivencia en el claustro materno está dada por: Temperatura adecuada, iluminación tenue, ruidos cardíacos maternos armónicos y acogedores las 24 horas del día, voz afectiva de madre, alimentación automática a través del cordón umbilical, musculatura uterina acariciadora junto con un líquido amniótico que permite moverse con suavidad, en resumen un ambiente de confort. Esto se pierde al momento del nacimiento, en donde gracias al psiquismo desarrollado en el periodo prenatal, puede adaptarse a la nueva realidad y sobrevivir.
El ahondar, profundizar e investigar éstos conocimientos, me condujo a fundar la cátedra Psiquismo fetal, en la escuela de Psicología, de la Universidad Arturo Michelena.
Gonzalo Medina Aveledo PhD Ciencias Médicas
Médico Obstetra
Investigador de las emociones maternas
Ig @armoniafetal