Arnaldo Rojas: Más vida, menos pantallas
"Necesitamos más oportunidades para reconciliarnos con nosotros mismos y estar satisfechos con el presente"
Opinión.- En un mundo saturado de estímulos digitales, la búsqueda de la serenidad y la conexión con un entorno natural se han convertido en una necesidad imperante. Esto nos recuerda una de las frases más famosas del filósofo Blaise Pascal: “La infelicidad del hombre se basa sólo en una cosa: que es incapaz de quedarse solo y quieto en su habitación”.
El sentido de esta frase es que el ser humano, al no ser capaz de tener una vida interior, una intimidad o una vida contemplativa que le llene de sentido, sale a buscar algo con qué llenar el vacío de su alma, a veces con violencia y descuido, y más comúnmente persiguiendo divertimentos, estímulos o posesiones materiales. Según Pascal, los seres humanos actúan erráticamente, "como si la posesión de las cosas que buscan pudiera hacerlos verdaderamente felices"
Actualmente, las pantallas digitales se han convertido en un sucedáneo que pretende llenar ese vacío espiritual. La pregunta obligada es: ¿cómo contrarrestamos nuestra dependencia de los dispositivos electrónicos? Una forma de hacerlo, es desconectarse mediante prácticas milenarias como la meditación, el baño de bosque (abrazar árboles) o una caminata silenciosa.
Numerosos estudios han demostrado, por ejemplo, los beneficios de una caminata silenciosa para la mente y el cuerpo. Se ha encontrado que caminar tan sólo diez minutos extra al día puede contribuir a una vida más sana y larga. Además, una caminata de treinta minutos en un bosque o un parque urbano, puede reducir el estrés y el tiempo que las personas dedican a pensamientos negativos. Una caminata silenciosa al menos cuatro veces a la semana, produce mejoras en el sueño y una sensación de calma y energía constante a lo largo del día. Además, puede hacer que sea más agradable pasar tiempo con nosotros mismos, permitiendo la reflexión y la ensoñación, que nos impiden la rutina diaria y la dependencia tecnológica.
Aquí volvemos a la frase de Pascal, que citamos al comienzo y que está plenamente vigente en la actualidad, ya que hace referencia a la capacidad que tiene una persona de ser libre, de no necesitar de cosas externas para encontrar sentido a la vida.
Necesitamos más oportunidades para reconciliarnos con nosotros mismos y estar satisfechos con el presente, y qué mejor manera de hacerlo que reconectando con la belleza y la vitalidad del mundo fuera de nuestras pantallas.
