Opinión
César Burguera: Furia Bolivariana
"los revolucionarios nunca traicionamos el espíritu del 23 de enero de 1958, cosa que sí hicieron los que atentan o quisieron atentar contra la vida del presidente y contra la vida de las instituciones"
29 de enero de 2024
Opinión.- La indetenible marcha. El verbo encendido, la calificada retórica de Jorge Rodríguez retumbaba en los amplios y solemnes espacios del hemiciclo. El presidente de la soberana Asamblea Nacional asumía, desde lo más alto del recinto parlamentario, la vocería y representación de todo un pueblo, ese mismo que ha sido sometido a la inclemente acción y efectos de innumerables e irracionales eventos que desesperadamente buscan, de manera estéril, socavar el espíritu, el alma del ciudadano, del común para resquebrajar su perenne compromiso con esta tierra, con este venerado territorio patrio. En su excepcional intervención Jorge Rodríguez llegaba a indicar el camino y sendero a seguir en este promisorio y electoral año 2024, llegando a proclamar, con absoluta certeza, la definitiva consolidación del proceso revolucionario. El presidente de la Asamblea Nacional fijaba la pauta, establecía el itinerario que decantará en ese óptimo escenario que se presenta como insustituible aval o garantía para otorgar la paz, la tranquilidad que exige nuestra nación. Jorge Rodríguez llegaba a asegurar ante una emocionada plenaria que el jefe de Estado, Nicolás Maduro, será el candidato de las diversas fuerzas y manifestaciones revolucionarias en las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo en este singular año e indicaba "Somos culpables de no aceptar, de no permitir, de develar, de desmantelar los planes que buscan el asesinato del presidente, que además es nuestro candidato" y ratificaba la aguardada convocatoria comicial al afirmar categóricamente “Vamos a unas elecciones que tienen que ser justa para todos, competitivas para todos, libres para todos, no solo para los apellidos porque, o nos tratamos como caballeros o nos tratamos como lo que somos. No hay manera que por la vía de la violencia logren derrotar al proyecto que transformó a la sociedad venezolana, la revolución bolivariana que encarnó en el comandante Chávez y que hoy lleva Nicolás Maduro que les va a ganar las elecciones presidenciales este 2024, anótenlo”. Y en directa alusión a la inhabitada dirigente política de uno de los sectores de la menguada oposición decretaba "No hay forma de que esta mujer sea candidata a nada, en ninguna elección de la República Bolivariana de Venezuela". Y es que Jorge Rodríguez se encontraba plenamente legitimado por la histórica jornada realizada tan solo 2 días antes, el día 23 de enero, cuando se desató la verdadera fuerza popular, irrumpía la furia bolivariana y se apoderaba, llegaban a colmar los diferentes espacios y calles de las principales ciudades del país. Carabobo asumía plenamente su compromiso con el gobernador Rafael Lacava a través de su indiscutible liderazgo y ostentando la condición de jefe político del Partido Socialista Unido de Venezuela en la región. Lacava con su característico ímpetu y compromiso encabezaba una interminable, multitudinaria marcha y aseguraba “los revolucionarios nunca traicionamos el espíritu del 23 de enero de 1958, cosa que sí hicieron los que atentan o quisieron atentar contra la vida del presidente y contra la vida de las instituciones”. El mandatario regional acentuaba que “hoy reafirmamos el espíritu indomable, irreverente y profundamente popular de esta fecha. Hoy estamos aquí los patriotas, los que amamos esta tierra de verdad, los que estamos dispuestos a dar la vida por esto; aquí estamos junto a nuestro pueblo, que es el verdadero garante de que todo esto se mantenga, esta revolución, que es una revolución popular, una revolución de la gente, de la calle”. Y terminaba su estremecedora intervención enviando una cristalina advertencia “Ya van a ver la pela que le vamos a dar en las elecciones, ya van a ver, que se los dice Lacava desde Valencia”.



El alto tribunal. El pasado día viernes asumía esa significativa condición de ser una fecha trascendental. El Tribunal Supremo de Justicia a través de la Sala Política Administrativa se pronunciaba de manera categórica y le colocaba definitivo coto a las aspiraciones de aquellos que han asumido una agenda y discurso en contra del devenir de todo un pueblo. Son los mismos que solicitaban abiertamente la drástica aplicación de toda suerte de sanciones y restricciones contra el país. Son los mismos que renegaban de cualquier tipo de diálogo promovido, desde siempre, por el alto gobierno nacional. Son los mismos que promovían la abstención y se negaban a participar en comicios o elecciones válidamente convocadas por el CNE, alegando parcialidad y manipulación. Son los mismos que conformaron y participaron activamente en el malogrado Interinato, sinónimo de saqueo y entrega de capitales nacionales en el extranjero. De allí la medular importancia del pronunciamiento del alto tribunal, han inhabilitado la conspiración, han inhabilitado la violencia, han inhabilitado la desestabilización, han inhabilitado los incesantes ataques en contra del bienestar de todo un pueblo. Han derrotado la ignominia que se escondía en una desatinada y volátil agenda, redactada la misma, bajo el insolente dictado foráneo.

La curiosa coyuntura. Una inquietud afecta nuestra diaria actividad, ya que dentro de las firmes y cruciales sentencias de la Sala Política Administrativa de nuestro Tribunal Supremo de Justicia, nos topamos con la peculiar y hasta entretenida circunstancia de que el alto tribunal admitió el recurso de nulidad introducido por la respetada “Pastichera”, experta en el difícil arte culinario o gastronómico, que le ha valido justo reconocimiento en algunos sectores de la zona norte de Valencia y ha quedado habilitada para el ejercicio de funciones públicas, se le ha levantado su inhabilitación de 15 años que había sido impuesta por la Contraloría General de la República. Pero inmediatamente surge lo llamativo ya que su inseparable cónyuge, el afamado “Mórbido” le han declarado inadmisible un similar recurso de nulidad que buscaba ponerle fin a la extensa inhabilitación que lleva a cuestas y que también exhibe, lapidariamente, una cruel vigencia de 15 años. Es decir que se habilitó a la digna “Pastichera”, pero se ratificaba la prolongada inhabilitación al ilustre “Mórbido”. Ante ello surge una ineludible interrogante ¿Cómo logró participar el célebre “Mórbido” como candidato a la gobernación del estado Carabobo en los comicios regionales realizados en aquel histórico 2021? Elecciones donde resultó revolcado y fue el insigne receptáculo de una verdadera tunda o apaleamiento de sufragios por parte del reelecto gobernador de nuestra entidad, Rafael Lacava. Sencillamente la curiosidad nos asecha. Y esa es la verdad.


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VÍA NT
FUENTE César Burguera