Opinión.- El Espíritu de la Navidad es en esencia el amor de Dios a la humanidad. Son tiempos de reconciliación y paz. De sosiego, armonía, resiliencia y meditación.

Una y otra vez hemos llamado al encuentro entre hermanos y hermanas venezolanos. A ser empáticos con nuestros semejantes, nuestros animales y naturaleza.

Además esta fecha, no solamente promueve la espiritualidad personal sino también familiar. La base de esa empatía de la que hemos señalado en el párrafo anterior comienza en nuestros hogares, con nuestros seres queridos y familiares. De allí nace el amor por los demás.

Esta fecha 21 de noviembre conocida como el Espíritu de la Navidad, coincide con el solsticio de invierno en el hemisferio norte y de verano en el sur. En algunos sitios se estila pedir 21 deseos. Mi primer deseo será pedir por la salud del pueblo venezolano, que atraviesa serias dificultades por la falta de insumos y material médico quirúrgico. Mi segundo deseo es pedirle al gobierno nacional y regional más inversión en salud. Mi tercer deseo sería pedir porque se baje a dos la polarización entre los venezolanos. El cuarto, pedir por la llegada en el 2024 de un buen gobierno.

El quinto, fortalecimiento y relanzamiento de la educación; una educación de calidad y competitiva. El sexto regresar a la política de compromiso y honestidad. El séptimo revertir la inflación que nos está devorando. El octavo, mejora en los sueldos, salarios, pensiones y jubilaciones. El noveno libertad de prensa y de opinión, que finalice la autocensura y la censura. Expresarse libremente pero con respeto y decoro.

El décimo, solicitaría por la reactivación de nuestro aparato productivo industrial y agroindustrial. El undécimo, abogaría por más y más justicia imparcial. Que no haya más presos políticos en el país. El doceavo, pediría por la humildad y honestidad de nuestros gobernantes. Treceavo, una lucha más frontal contra la corrupción.

Catorceavo, pediría para eliminar la reelección inmediata y el nepotismo en los cargos de la administración pública y sus poderes. Quinceavo, pediría por el restablecimiento de la cámara doble: diputados y senadores. Dieciseisavo, que regrese la descentralización de los estados y municipios con ingresos propios.

Diecisieteavo, mi deseo de que todo lo que ingrese por renta petrolera se calcule como ingreso ordinario, y el ingreso extraordinario destinado a la investigación e innovación. Dieciochoavo, pediría por fortalecer la seguridad social de todos en especial de nuestros niños y ancianos.

Diecinueveavo, porque se cumplan las leyes en el país, con tolerancia cero, para hacer cada vez mejores ciudadanos. Veinteavo, pedirá perdón por todas las violaciones de los derechos humanos por parte del Estado venezolano, con justa indemnización. Y finalmente pediría por establecer leyes que fortalezcan la memoria histórica, para nunca más olvidar por donde hemos pasado. Quizás pediría más cosas, si más deseo pudiera pedir, pero con las que he enumerado iniciaría ¿Usted amigo lector, siente que olvidé alguna? Pues! agréguela; les deseo a todos feliz Navidad y próspero año nuevo. Que el Dios supremo nos brinde ante todo mucha salud y fortaleza para seguir luchando por una Venezuela Libre y de los Venezolanos.

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