Pues, resulta que Pablo Herrero, quien nació en Madrid en 1942, falleció el pasado martes cinco de diciembre, según informó la Sociedad General de Autores y Editores de España, institución de la cual fue, además, vice presidente por muchos años.

En el caso de quien esto escribe, es imposible olvidar su crédito en muchos de los discos que compramos siendo aún adolescentes, época en la cual sus canciones tuvieron gran popularidad. Su hoja biográfica nos cuenta que comenzó como músico y compositor del grupo de rock español “Los Relámpagos”, en compañía de quien fuera su socio sempiterno, José Luís Armenteros, quien murió en 2016.

Refiriéndonos al tema “Venezuela”, podemos recordar que fue escrito especialmente para ser cantado por José Luís Rodríguez; pero, este se negó a hacerlo, porque le dio mala espina la parte en la cual la letra dice “y si un día tengo que naufragar y el tifón rompe mis velas, enterrad mi cuerpo cerca del mar, en Venezuela”.

En aquel tiempo, “El puma” dio una declaración en la que comparó esta canción con el “Aleluya” (original de Aute) que cantó Cherry Navarro en 1976, cuya letra dice “unos pasos sin destino por cuarenta mil caminos, un acorde disonante, nueve infiernos sin el Dante, unas flores en mi tumba, siempre nunca, nunca, nunca”. Como se sabe, Navarro murió poco tiempo después de haber grabado este tema. Por esa razón, Rodríguez calificó la canción de “pavosa” y se negó a montarle su voz, llegando incluso a calificarla de “pavosa”.

El tema fue grabado por el venezolano Balbino, aunque no pasó nada con él. Fue la versión hecha por Mirla Castellanos la que se dio a conocer. Y de ahí en adelante la composición adquirió fuerza y todo el país la adoptó como su segundo himno.

Por eso, al conocer la muerte de Pablo Herrero, sentimos que se marcha alguien muy cercano, alguien que nos regaló un motivo más para sentirnos orgullosos. Que en paz descanse…

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