Opinión
César Burguera: La farsante pimienta gremial y nuestro 2024
De allí nuestra más absoluta condena a la irresponsable conducta del presidente del Colegio de Abogados del Estado Carabobo
9 de octubre de 2023
Opinión.El violentado gremio

 Los diferentes gremios profesionales deben ser escenarios donde converjan los más importantes y amplios elementos que sean directa garantía para beneficiar a cada uno de sus miembros. No hay espacio para la exclusión o el descarte. De allí la importancia de aquellos que les corresponde la responsabilidad de dirigir el rumbo para convertirlas en verdaderas herramientas en su definitiva consolidación. Todo lo expresado viene por lo recientemente ocurrido en nuestro Colegio de Abogados del Estado Carabobo, que parece estar condenado, por décadas, a permanecer sumido en la irresponsabilidad y la desidia, en el desorden y la anarquía. Es tener la sensación de que está distante su reivindicación y que su destino será, en demoledora sentencia, su insolente abandono. Siempre será un absoluto despropósito convertir a la sede del gremio abogadil en una indecente casa partidista, donde de manera deliberada se realicen actividades de carácter proselitistas y que se convierten en un cristalino ejercicio por prostituir el escenario gremial para someterlo a mezquinos intereses grupales y así promover determinada ideología o candidatura. De allí nuestra más absoluta condena a la irresponsable conducta del presidente del Colegio de Abogados del Estado Carabobo, Carlos Pimentel, que se ha convertido en una malograda continuidad de las pasadas gestiones. Y es que la elección de Pimentel como principal director del gremio de abogados, venía acompañada por la esperanza de nuevos tiempos, por la válida expectativa de que se convertiría en el instrumento de los cambios que, de manera exhausta, venía reclamando el abogado carabobeño y avalada, dicha elección, por la fuerza incontenible de las nuevas generaciones de ávidos profesionales. Es indignante haber observado a un exaltado y febril Carlos Pimentel convertir un impecable acto organizado por el amplio sector femenino del gremio en un deplorable evento donde, sin alguna autorización, se promovió determinada candidatura. El colegio nuevamente se convertía en una infeliz extensión de fracasados recintos partidistas. De inmediato se produjeron manifestaciones de absoluto rechazo a la osadía del atolondrado Pimentel, quien aseguraba, que con ese arrebato se convertiría en candidato a una alcaldía de nuestra entidad federal. La primera categórica expresión surgía por parte de Kelly Medrano, presidenta de la Comisión de los Derechos de la Mujer del Colegio de Abogados, donde anunciaba, después del sectario templete partidista promovido por un desatinado Pimentel, que la referida comisión había presentado su renuncia en pleno y cesaban sus funciones que venían ejerciendo, de manera óptima, desde mayo del presente año. Igualmente indicaba, de manera enfática, que no iban a permitir que la institución gremial sea nuevamente politizada. Igualmente se producía el valido desconcierto de la presidenta del Consejo de la Orden, Hildegarda Betancourt, de intachable trayectoria académica y profesional, quien llegaba a expresar que el gremio no puede ser tribuna de aspiraciones ajenas a su verdadera esencia y menos transgredir un acuerdo público de respeto mutuo e institucional sellado el pasado junio. Ante el descaro y rapto por parte del pintoresco Pimentel de los objetivos de una actividad gremial, importantes personalidades del estado y del país, que iban a participar como ponentes en la inédita jornada, comunicaron su indeclinable intención de no participar, ya que consideraron que fue transgredido el recinto gremial. Sin embargo en su inesperada visita, la precandidata a unas remotas primarias logró inocular en el ingenuo Pimentel su vocación abierta de privatizarlo todo y así favorecer a sus reducidos entornos y es que al parecer el aventajado presidente del colegio ha empezado a repartir importantes espacios de la sede como el amplio estacionamiento quien se lo habría cedido a un cercano familiar, pero sin contar con la necesaria asamblea convocada para la debida autorización. Está preocupación y enojo ha llegado hasta importantes aliados de la directiva, a profesionales que fueron fundamentales promotores del paso de la farsante pimienta. Sencillamente descubrieron, tardíamente, la verdadera y codiciosa inclinación del abúlico Pimentel.



El aguardado 2024

Mientras recintos profesionales son prostituidos para colocarlos sumisamente al servicio de intereses políticos o subalternos, las diferentes expresiones del proceso revolucionario salen al encuentro del pueblo en su mismo territorio, en la calle. No hacen falta cerrados recintos para llevar el claro mensaje de esperanza y porvenir. Nos preparamos para nuevamente dar la lucha por mantener no solo el actual tránsito gubernamental, sino con mayor fuerza preservar el insustituible legado. Todo está preparado. No hay lugar, ni espacio para la improvisación. El proceso revolucionario se multiplica a través de sus diversas estructuras para obtener una contundente victoria en los cercanos comicios presidenciales que se presentarán en el auspicioso 2024. Son las diferentes toldas políticas bajo la dirección de la más importante expresión partidista del país, es nuevamente emergiendo la poderosa figura del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), su elaborado andamiaje organizativo conformado por una blindada maquinaria donde se expresa el sentir, pasión y compromiso de todo un pueblo, ese mismo que ha definido el rumbo de esta venerada patria. Todo está preparado. Carabobo asume su trascendental rol en el indetenible despliegue por la contundente victoria electoral en el promisorio 2024. Surge la consigna “Una sola voz, un solo gobierno”. Se presenta el arraigado liderazgo del mandatario regional Rafael Lacava extendido dinámicamente por cada espacio y rincón del territorio de la región, un plantel de calificados alcaldes alegando ese pacto sellado con su municipio, acuden raudamente diputados, legisladores y concejales para sumarse a la impostergable labor. La unidad se expresa en su exacta acepción. Todos bajo las estrictas instrucciones del presidente Nicolás Maduro, aval suficiente para la continuidad del paso. Dentro de este renovado esfuerzo vuelven a surgir verdaderas referencias de este proceso revolucionario desde sus propios orígenes y que son gestores de innumerables triunfos electorales. Como es el caso de Francisco Ameliach con su impecable trayectoria en la delicada tarea de darle cuerpo, forma y rostro a toda una estructura política a través de eficientes concepciones de organización, convirtiéndose en experimentado arquitecto de las diferentes instancias o niveles de las expresiones revolucionarias que desbordan y se replican en todo nuestro país. Todo está preparado. El 2024 se presenta con esa encendida tonalidad roja que anuncia el categórico triunfo de Nicolás Maduro y la renovación de ese efectivo y afectivo vínculo de todo un pueblo con el proceso revolucionario. Todo está preparado. Y esa es la verdad.
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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde