Similar a lo que pasa en la salud, no tenemos cifras oficiales creíbles en el sector educativo. No se publican desde el año 2015 las estadísticas oficiales de lo que acontece en la educación venezolana. Algo similar a lo que ocurre con el "boletín epidemiológico". No sabemos del presupuesto y gasto en educación, estado de la infraestructura de los planteles educativos y calidad de la educación, deserción escolar, número de maestros y docentes.
Un ejemplo de la crisis en el sector educativo lo representa la deserción escolar nunca antes vista en el país. La causas son múltiples de acuerdo a diferentes estudios realizados por distintos investigadores. Esta deserción o inasistencia para otros ha estado caracterizada por la crisis económica, social y cultural que hemos tenido en los últimos años.
Económica porque estudios han reportado que la falta de comida en el hogar es una de las más importantes. La Investigación "Diagnostico de Educación Básica en Venezuela" realizada por DevTech Systems con el apoyo y colaboración de la Universidad Católica Andrés Bello, reporta que esta causa representa el casi el 80 % de la deserción escolar. Otras causas reportadas por el estudio señalan "la falta de servicios básicos (56,7 por ciento), no poder adquirir los materiales y útiles escolares (55,5 por ciento), razones de salud (44,4 por ciento), necesidad de ayudar en las tareas del hogar (43,7 por ciento), el alumno no desea seguir estudiando (43,5 por ciento), el alumno no considera importante la educación (39,7 por ciento), y costo del transporte (25,9 por ciento)" .
Si miramos con detenimiento estas razones, de este estudio 2020 - 2021, pudiéramos inferir sin temor a equivocarnos, que ellas se mantienen o se han agravado dos años después.
Al igual que ocurre con el cerebro, el cual necesita de suministro de proteínas para lograr desarrollar sus potencialidades en los dos primeros años, luego del cual pueden quedar importantes deficiencias. Ocurre otro tanto con la importancia de la educación en nuestros niños, niñas y adolescentes. Sí no se va a la escuela, por cualquiera de las razones señaladas en el estudio, se corre el riego de que se pierda la potencialidad de desarrollar habilidades, conocimientos, destrezas que les dificultará su capacidades adultas para ser verdaderamente útiles y productivos a la sociedad.
Un niño o niña que no va al colegio, queda bajo el peligro de la violencia doméstica, callejera, a merced del ocio y las drogas. Se pierde la gran oportunidad de sembrar principios y valores por el trabajo, el respeto, la solidaridad y el compromiso.
Necesitamos una mejor calidad educativa, con más y mejores maestros, bien pagados; pero sobre todo superar esta crisis económica y social que nos abate hoy en día. Recuperar el poder adquisitivo, mejorando los sueldos y salarios. Propiciando ambiente de oportunidades de mejorar la calidad de vida, ayudarán a salir al sector educativo del país del abismo donde se encuentra.
No se trata de una opinión machacosa, si no más bien reflexiva. Para que podamos hacer un diagnóstico exacto de lo que pasa en cualquier sector, en especial el educativo - que hoy nos preocupa - debemos tener cifras oficiales no partidista de una realidad latente. Y de allí partir a la elaboración de estrategias que permitan mejorar la calidad de la educación en Venezuela. Sólo con una educación fortalecida, volveremos a ser felices.
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