Cápsulas históricas: El sufrimiento de Juan Vicente Gómez
El nivel de mortalidad era tal, que los venezolanos morían al poco tiempo de contraer la enfermedad
Opinión.- El año 1918 fue particularmente difícil para la humanidad, pues la guerra había destrozado Europa y de las trincheras había salido una terrible pandemia conocida como Gripe Española, una enfermedad que diezmó a la población mundial, donde Venezuela no fue la excepción.
En octubre llegó por el puerto de La Guaira la gripe procedente de los cargamentos, inmigrantes e importación que venían de la Europa infestada. Para mediados de octubre, y dada la precariedad de la época, ya se había infectado la región de costa montaña venezolana, siendo destituido el encargado del puerto de La Guaira por no haber acatado la orden de aislamiento del puerto.
El nivel de mortalidad era tal, que los venezolanos morían al poco tiempo de contraer la enfermedad, entre esos muertos, el hijo predilecto y orgullo de Juan Vicente Gómez, el coronel Alí Gómez.
Alí, de 23 años, cae enfermo y muere víctima de la pandemia el 7 de noviembre de 1918; el golpe para Gómez fue devastador, al punto de encerrarse en su residencia de Maracay por meses a llorar de manera desconsolada. Es de las pocas veces que se le vio barbudo y desaliñado.
Para el 29 de noviembre de 1918 ya la infección en el país había sido controlada, pero el resultado de la enfermedad había dejado más de 80.000 muertos en todo el territorio, sobre todo en el centro y oriente de una Venezuela pequeña, rural y poco habitada.
