"No todo esta perdido, todavía quedan políticos serios, honestos, que sueñan en la grandeza de una gran Venezuela"
Opinión.- Hace rato los venezolanos perdimos la confianza en la política y en los políticos. Hoy está presente un sentimiento de frustración y decepción por la política. Es sinónimo de mentiras, engaños, falsedad, falsas lealtades y de corrupción.
La gente en la calle no cree ni en el gobierno, ni en la oposición – no cree en nada, ni nadie – lo que demuestra un pérdida importante de la confianza; en precisamente uno de los pilares de cualquier sociedad democrática, como lo es los partidos políticos y sus dirigentes.
Hoy muchos y “muchas” como dicen los “camaradas oficialistas” incursionan en la política, no con vocación de poder, si no pensando “cuanto hay para esto o aquello”. Piensan en el dinero más que en la historia.
Y la verdad que la política es para alcanzar el poder y transformar las sociedades y los países. Empujarlos al desarrollo y al crecimiento en todos los órdenes de la vida nacional.
Estamos viviendo momentos muy difíciles desde el punto de vista de moral, las buenas costumbres, la ética y la honestidad. Se piensa en llegar al poder para hacerse ricos o millonarios, algunos lo hacen de manera descarada, otros pisan pasito, y no sólo tratan de ocultarlo, sino además hacer alardes de ser intachables, creyendo engañar a incautos.
"Los que quieren tratar a la política y a la moral en forma separada nunca entenderán nada sobre ninguna de las dos". Lo escribió hace bastante tiempo atrás Jean-Jacques Rousseau (1712 - 1778 ) un pensador de la ilustración. "EL produjo uno de los trabajos más importantes de esa época a través de su Contrato Social, hizo surgir una nueva política, basada en la voluntad general, y en el pueblo como soberano" .
Ya para esos tiempos, había un divorcio entre la política, la moral y la honestidad. Pero pareciera que estos tiempos son más convulsos aún. "El hombre nuevo" del cual nos hablaron, en una oferta engañosa, no llegó ni siquiera a nacer. Todo se trasmuto y la política perdió el rumbo en la historia.
Mientras veía a una paciente que operé el día de ayer, le comentaba lo que significaba la palabra "polímata" ( sabio, erudito) haciendo mención a mi interés de escribir este artículo que hablaría de la política y la honestidad. La hija de la paciente me miró con ojos perplejos y me riposto "¿la política y la honestidad?, hablar de eso esta rudo". Eso como una clara manifestación de desconfianza e incredulidad sobre el tema. No se cree en los políticos y punto. ¿ pero es solo culpa de los políticos tamaño descrédito? En buena parte sí, pero por otro lado está la sociedad misma, cómplice de los corruptos y los deshonestos.
Creció con ramificaciones extensas la anti política, producto del golpe mortal que tenía la democracia y que todos vieron venir; alguno muy pocos lo denunciaron, pero nadie anticipo nada para cambiar ese camino, que luego traería tantas decepciones.
Con la anti política en nombre de la honestidad, llegaron hombres y mujeres, que luego se les vio alejarse con alforja no de historia, sino de dinero y traición a la patria. Otros a penas están en ese proceso.
No es que la historia o vida de un político se parece a la de un santo, porque además todos tenemos historias, y vivencias distintas. Pero se puede ser político y honesto, con uno mismo, con nuestros coterráneos y nuestro país.
Rescatar a la política, no será nada fácil, pero no es imposible, lo podemos lograr quienes meditamos y pensamos en ello, diría como dice un amigo mió, quienes trabajamos y vivimos no de la política, si no de nuestro esfuerzo, podemos dar un paso adelante en el adecentamiento de la política.
"Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad " (Séneca). Se puede convertir en la barrera de contención de la hipocresía y el engaño. Hay que pensar decía Kant "que la mejor opción política es la honestidad".
No queda otro camino, no es cuestión de un líder o lidereza el rescate de la política, es una dura tarea de todos. No todo esta perdido, todavía quedan políticos serios, honestos, que sueñan en la grandeza de una gran Venezuela.
Por el Dr. Rubén Limas
