Opinión
César Burguera: La épica y eterna Puerto Cabello
"Es tener la seguridad que sus seculares espacios, sus interminables calles, cada uno de sus recónditos rincones narran"
14 de agosto de 2023
Opinión.-  La perenne presencia

 Existe la sensación de que la providencia, en una suerte de celestial selección, haya escogido a diferentes recintos terrenales, a determinadas ciudades para marcar el rumbo mismo de la historia. Es tener la seguridad que sus seculares espacios, sus interminables calles, cada uno de sus recónditos rincones narran, con indescriptible claridad, los sucesos que han definido y configurado la indeleble huella en el indómito tránsito de esta venerada patria. Estas ciudades asumen, con absoluta propiedad y derecho, el ejercicio de poder conjugar pasado, presente y futuro, porque sencillamente han sido excepcionales testigos de cada una de las heroicas gestas y parecen estar destinadas a ser privilegiadas protagonistas del futuro mismo de este país. En fin son ciudades ungidas o investidas de ese entrañable concepto de ser imprescindibles y eternas. Dentro de esos verdaderos santuarios terrenales, de estas geográficas localidades surge e irrumpe la interminable ciudad de Puerto Cabello, asentada en la costa de Carabobo, irremplazable custodio de ese ilimitado Mar Caribe que le trasmite incesantemente, a través de su tenaz oleaje, su desmedida fuerza, esa misma que se ha extendido a través de los siglos. Puerto Cabello ha recobrado su resplandeciente presencia, ha recuperado su indiscutible condición de ser principalísima urbe portuaria como irrenunciable esfuerzo y vocación de las autoridades locales, de un gobierno regional eficientemente dirigido por uno de sus más abnegados hijos, que desde su misma niñez, selló el definitivo pacto con su pueblo y la ciudad, esa misma que lleva hasta en los tuétanos. Es Rafael Lacava asumiendo, con desmedido orgullo, la restitución y reivindicación de Puerto Cabello, que parece hábilmente escapar de sus propios y rígidos límites para extraviarse en el atlas secreto del viajero, en el cabal itinerario del ciudadano que lleva en sus alforjas, para multiplicarla por todo el país, la enérgica consigna “Puerto Cabello está de moda”. Nos convoca la memoria, el exaltado calendario patrio nos señala, con terminante precisión, una de las fechas cimeras de la gesta libertadora e independentista. Con protocolar vestimenta se presenta noviembre del 2023 para conmemorar el bicentenario de la “Toma de Puerto Cabello” y es que 200 calendarios han caído o se han entregado ante aquel esfuerzo propulsor de la hazaña libertadora. Por ello los días ilustres, como el 8 de noviembre de 1823, carecen de estatuas, pero perduran, por su trascendencia, sobre la ética y fervor ascendente de los pueblos. El impecable ejercicio castrense de la “Toma de Puerto Cabello” concluye con la contundente ocupación del emblemático Castillo San Felipe, último bastión o reducto realista, imperial y monárquico en suelo patrio y se exhibe como el épico evento que coloca definitiva rubrica a la guerra de independencia y sobre todo al dominio español extendido por más de trescientos años. Con la “Toma de Puerto Cabello” se concretaba, adquiría forma y figura aquel sueño del padre Bolívar y que plasmará, de forma profética, en su imperecedero juramento en el Monte Sacro, bajo la devota mirada del maestro Simón Rodríguez. Ante ello y ahora, más que nunca, se presenta San Juan Bautista de Puerto Cabello como la “Puerta grande de Venezuela”.



El monumental bicentenario

La emoción recorre dinámicamente todos los espacios de la épica ciudad portuaria. Se eleva, con válido orgullo, el alma y espíritu de cada habitante de Puerto Cabello, que desde siempre han estado arraigados a ese suelo, a ese territorio que ha asumido, indudablemente, la condición de convertirse en autentica “Tierra de Gracia”. La ciudad asume el ineludible compromiso ante la histórica fecha. El escenario costero, el litoral carabobeño conoce exactamente los rasgos y recaudos exigidos ante la envergadura que simboliza el evento del bicentenario de la “Toma de Puerto Cabello”. El gobernador Rafael Lacava, acompasado por el alcalde Juan Carlos Betancourt, se prodiga en seguir gestando a la ciudad como principal referencia dentro del contexto nacional, porque ese ha sido su indeclinable reto y desafío desde todas las posiciones de servidor público que le ha correspondido ejercer por más de dos décadas para la férrea defensa de los supremos intereses de Puerto Cabello. La pasada semana Lacava se presentaba en el mismo centro de la ecuestre y solemne plaza Bolívar ubicada al frente, en una suerte de permanente bendición, de la Catedral de piedra. Un conmovido Rafael Lacava, anunciaba los diferentes obras, perfectamente concebidas, que se están gestando para conmemorar de manera reverencial el bicentenario de la “Toma de Puerto Cabello”. Es la recuperación integral de la plaza Bolívar, su nueva dimensión, su constante presencia y que tendrá al lado, como obligado recordatorio, a una deslumbrante plaza Bicentenaria, que se lograran conjugar con un imponente Palacio Municipal que convertirá igualmente en un dinámico y moderno centro de información ciudadana. Las memorables obras se levantan como institucional ofrenda y Puerto Cabello, su casco y centro histórico se prepara para salir al enaltecedor encuentro de la inolvidable proeza de los 200 años de haber sellado definitivamente, con la “Toma de Puerto Cabello”, nuestra propia independencia. Ante el inminente y singular momento Rafael Lacava enviaba un categórico mensaje para que resuene en todo nuestro territorio, que retumbe en cada habitante de este país “El 8 de noviembre estaremos todos y se convertirá en el punto de partida, de no retorno para el crecimiento, desarrollo y consolidación de la ciudad de Puerto Cabello y con la medular presencia de nuestro presidente Nicolás Maduro, estaremos reafirmando nuestra propia identidad, nuestra soberanía, nuestra autodeterminación, nuestra independencia y por ello vuelvo a proclamar que viva Carabobo, que viva Puerto Cabello y que viva la patria”. Teniendo como mágico fondo la profunda tonalidad azul del Mar Caribe, bajo la egregia y silente fachada del Fortín Solano, ante el crecido monumento del Espíritu Guerrero, se puede observar cómo se colma todo un pueblo de ese encendido concepto de nación, es saber que palpita diariamente la esperanza, que el porvenir está asegurado y que Puerto Cabello como Carabobo se constituyen en el mas solido aval y en el mas cristalino ejemplo. Y esa es la verdad.



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VÍA NT
FUENTE César Burguera