Opinión
Cesár Burguera: Compromiso y hermandad
"La entrañable amistad. Corría inexorablemente el año 2021, durante una alocución presidencial"
5 de abril de 2022
La entrañable amistad. Corría inexorablemente el año 2021, durante una alocución presidencial, el primer mandatario nacional y principal referencia de la revolución, Nicolás Maduro enviaba un fraterno mensaje al gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava “Nada, ni nadie nos podrá separar Rafael, el tiempo y las luchas nos han convertido en hermanos de vida”. Con esta emotiva frase se dejaba clara y consolidada constancia de esa entrañable simbiosis, que perdurará por siempre, entre Nicolás Maduro y Rafael Lacava. Son décadas de profunda lealtad e inalterable consecuencia. Lacava en su rol de ser uno de esos principales soportes, esa clase de dirigentes que han asumido la condición de ser imprescindibles, cumpliendo estrictamente las instrucciones giradas por Nicolás Maduro para hacerle frente a las complejas coyunturas que durante extensos años han tratado de comprometer el devenir de esta patria, tratando de vapulear inclementemente a todo nuestro pueblo. En la actualidad, en este auspicioso presente no hay lugar o espacio para la duda, solo de la mano del presidente de la Nación seguiremos transitando el palpitante sendero de la sostenida recuperación de esta patria. Es el diario y cotidiano esfuerzo para recobrar la necesaria confianza, recuperar nuestro encendido orgullo. Siempre quedará impregnada en la memoria del colectivo este singular esfuerzo realizado bajo una despiadada y brutal embestida por parte de factores internos y foráneos que no descansan en su intento de comprometer la paz y tranquilidad de la República. Por ello es que quedará registrada la magnitud de la épica gesta, porque es haber resistido, de manera estoica, una verdadera guerra o conflagración diseñada en su contra, que no tiene precedente alguno en la historia contemporánea del país y poder empuñar enérgicamente la mano en señal de irreversible victoria. El vibrante éxito de Nicolás Maduro siempre se sustentó en la persistente vocación por defender lo supremos intereses de Venezuela. Ya el camino está fijado y nadie puede comprometer el futuro de esta patria. Nicolás Maduro es la indiscutible y principal referencia de la revolución, no hay fases superiores, ni alternas candidaturas presidenciales, sólo el pleno talento por consolidar el desarrollo del país y de las regiones como el caso de Carabobo con su gobernador Rafael Lacava, principal promotor de cada una de las iniciativas forjadas por su inseparable compañero de luchas, Nicolás Maduro. Nos convoca el ejercicio de recordar que durante las diferentes asambleas de militantes realizadas en la región, colmadas de esperanza, entusiasmo y exaltación, para la escogencia de los delegados de Carabobo al V Congreso del PSUV, Rafael Lacava, con su consolidado liderazgo y encendido verbo, proclamaba la prioritaria necesidad de que el tema medular de la agenda o tránsito del congreso del principal partido político del país, fuese la designación desde ya, de la candidatura presidencial de Nicolás Maduro, irremplazable conductor de innumerables victorias y quien será el abanderado del proceso revolucionario para las venideras elecciones presidenciales del año 2024. Una sola visión, un solo compromiso y un solo gobierno.

Las necesarias extensiones. En el acto de juramentación de Rafael Lacava como reelecto gobernador de la revolución en Carabobo y teniendo como seductor marco el Castillo San Felipe y la inmensidad de ese mar que apasionadamente custodia la ciudad de Puerto Cabello, el presidente Nicolás Maduro manifestaba, con notorio entusiasmo y valido orgullo “Lacava es gran ejemplo de los gobernadores del país, por la eficiencia, la eficacia, la capacidad de trabajo y el compromiso que lo caracterizan. El pueblo de Carabobo ratificó a este patriota para llevar las riendas en la nueva etapa de crecimiento que se avecina para el país. Es un hombre profundamente doctrinario, bolivariano” y ratificaba “Se está consolidando un nuevo liderazgo unitario, transformador y renovador, que solo existe en la Revolución Bolivariana, hombres y mujeres que construyen la Patria todos los días. Les convoco a unir esfuerzos para transitar juntos el camino de la recuperación de Venezuela”. Y allí, precisamente allí encontrarnos con el cristalino itinerario, con la inalterable guía que logrará signar el destino definitivo de Venezuela, es retomar el rumbo y encarar los rutinarios retos o desafíos para seguir en la indetenible marcha de un país que exhibe claras e irrebatibles señales de admirable recuperación. No habrá lugar para obcecados obstáculos, ni personales caprichos que pretendan comprometer el futuro de esa Venezuela que todos aspiramos para poder tener la aguardada posibilidad de transmitirla óptimamente a nuestras descendencias. En este titánico esfuerzo por parte de la principal referencia de la revolución, Nicolás Maduro ha contado con el esfuerzo, competencia y capacidad de factores que comulgan fervorosamente con esta nueva visión. Es el partido PSUV, que inmediatamente se convierte en extensión política y natural de la hazaña, de esa gesta por transitar juntos lo que representa el complicado trayecto para asegurar el pleno restablecimiento del país. Carabobo se presenta como el más grafico ejemplo de esta nueva y fascinante realidad. El gobernador Rafael Lacava, con ese arraigado e indiscutible liderazgo, ha asumido las directrices giradas por su compañero y hermano de vida, Nicolás Maduro y dinámicamente las ha difundido a su plantel del ejecutivo regional, a los alcaldes, legisladores y concejales, les hablaba insistentemente de la importancia y envergadura de la coyuntura que les correspondería asumir, exhibiendo para ello, los principios inalterables de lealtad, consecuencia y solidaridad que los han caracterizado y que fueron la base, la razón para asumir las elevadas funciones que ejercen para el directo beneficio de esta histórica entidad federal y su pueblo. La inadmisible ambigüedad, la inexplicable duda se constituyen en evidentes señales de un oscuro y desertor comportamiento que nunca tendrán espacio o cabida dentro de este Nuevo Carabobo, esta Nueva Venezuela.


El promisorio futuro. Nicolás Maduro y Rafael Lacava emprenden nuevamente juntos una nueva marcha. Los hermanos de vida y luchas conocen exactamente lo que está por venir, avizoran el futuro de este bendito y privilegiado territorio nacional. Unidos evocan “La patria, amigo, es un acto perpetuo como perpetuo el mundo. Nadie es la patria, pero todos lo somos. Arda en mi pecho como en el tuyo, incesante, ese límpido fuego misterioso”. Y esa es la verdad.

Por Cesár Burguera
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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde