Cita con la Historia: La histórica casa de Minguet Letteron
"Hay cosas que se vinculan con la tradición, con el pasado y la identidad de una sociedad"
Opinión.- Hay cosas que se vinculan con la tradición, con el pasado y la identidad de una sociedad. Una de esas cosas son las antiguas casas donde habitaron y tuvieron sus vivencias los que nos antecedieron y que son excelente muestra de la arquitectura de la época. En nuestra ciudad la llamada “mandarria del progreso” ha derribado o mutilado muchas de aquellas caseronas solariegas que vieron nacer, crecer, crear y luchar a los que forjaron nuestra sociedad de hoy. Otras han caído por la falta de interés y ante la desidia de las autoridades a quienes les corresponde preservar nuestro patrimonio cultural. En el casco central, en San Blas y en Candelaria cada vez son menos las casas centenarias que nos quedan.
Una de esas casas que actualmente está en grave peligro de perderse es la hermosa casa de los Minguet Letteron, en la Calle Independencia, diagonal a otra casa histórica: La Cruz Verde. Su construcción data de la época de la independencia o antes, pues encontramos documentos que señalan que para 1832 la construcción de adobes y tapias, con piso de cemento y cubierta de tejas ya pertenecía a José Ignacio Landaeta, quien en ese año la vende a José Antonio Ochoa por un precio de 1000 pesos que obtuvo por herencia de su padre. En enero de 1840, por documento registrado en el Cantón de Valencia, José Antonio Ochoa vende a Teresa Castrillo esposa legítima de Santos Sorondo dicha casa por el precio de 650 pesos y en enero de 1856 Jacinto Sorondo vende a su hermana Rosa Sorondo (quien casó con Aquiles Letteron) su derecho como único heredero. Rosa Letteron se casó con Antonio Minguet Así la casa pasa por dicha unión a ser patrimonio de la familia Minguet Letteron, y desde esos tiempos la casa empieza a ser conocida con ese nombre por el colectivo valenciano.
La casa era frecuentada por las más importantes personalidades que vivían o venían a Valencia, entre ellos, por supuesto, José Antonio Páez. Otros de los asiduos eran Juan Antonio Michelena y su hijo Arturo Michelena, a quienes acompañaban la jovencita Socorro Michelena, todos inmediatos vecinos de la Pastora, a pocos metros. Allí la bella y jovial Socorro conoció a Gustavo Minguet Letteron, con quien se casó y formó familia en el espacioso inmueble. Gustavo se graduó de farmaceuta, obteniendo su título de manos del doctor Carlos Sanda y estableció su popular “Farmacia Moderna” frente a la Plaza Bolívar, donde él mismo preparaba las medicinas, de la cual se recuerda especialmente una famosa pócima médica para la tos "gripolene o tiocolene” con la que curó a mucha gente. En una ocasión vino una famosa cantante de la época a una opera en el Municipal y allí la llevaron para tratarla con su jarabe. Dicen que la medicina del Dr. Minguet Letteron salvó la temporada de ópera de ese año.
También nació vivió allí el médico y político Antonio Minguet Letteron, médico e ingeniero, fue un profesional íntegro, gobernador del estado Carabobo entre 1939 y 1941, que también se ganó por sus ejecutorias el amor del pueblo de Cumaná, donde ejerció tanto la medicina como la ingeniería. Le tocó el duro trabajo de construir todas las carreteras del Estado durante el periodo de gobierno del General Gómez. Como científico, entre sus trabajos se encentra “Primeras observaciones sobre el carbunclo bacteridiano en Venezuela”. Hoy una escuela recuerda con su nombre a este valor valenciano.
En el corto espacio que tenemos no podemos mencionar a tantos otros personajes que visitaron, se hospedaron y hasta se casaron en esa casa. Por razones de inseguridad tuvo que ser deshabitada en tiempos de la pandemia y hoy se encuentra deteriorada. Es ideal por sus amplios espacios y dos enormes patios para servir de sede a cualquier institución cultural. Las autoridades no deben permitir la pérdida de este patrimonio arquitectónico de la valencia colonial.
Por Luis Heraclio Medina C.
