Rubén Limas: ¿Se está apagando Venezuela?
"Sufre la peor crisis de toda la historia de la república"
Opinión.- Venezuela sufre la peor crisis de toda la historia de la república. Hemos abordado varios aspectos de esa crisis, como la corrupción, educativa, de sueldos y salarios, de cambio climático, de gasolina, gasoil y, por supuesto la de la salud. Pero hoy queremos abordar una que esta en el tapete de la opinión pública no solo en mi querido estado si no en todo el país: "La crisis eléctrica"
Los apagones se han hecho común en nuestra vida diaria. A cada rato se va la luz en nuestros hogares, sin ningún tipo de explicación o respuesta por parte del gobierno venezolano o su institución eléctrica. Se va la luz, sin cronograma previo, de improvisto, que nos sorprende en cualquier parte.
Dañando nuestros equipos electrodomésticos, nuestros alimentos, en algunos casos de aquellos que vivimos en edificio; nos quedamos atrapado en los ascensores, teniendo que esperar en la inquietante angustia que nos rescaten en caso de no haber planta eléctrica.
Pero para completar la vuelta, no hay gasoil, tan necesario para poner a funcionar las plantas eléctricas. Eternas horas sin luz eléctrica requieren de altas dosis de gasoil, que no hay o están racionadas. Nos afecta en nuestro trabajo; hay hospitales donde no hay planta eléctrica de emergencia, en otros la planta no enciende el aire acondicionado, tan vital en el quirófano. Sí tenemos actividades planificada, la ida de luz no las altera. En aquellos sitios donde tampoco hay gas, y dependen de hornilla eléctrica se quedan sin poder elaborar alimentos. La cuestión es de mayor estrés si hay personas en situación vulnerable: niños, ancianos, enfermos.
Cuando hay fallas eléctricas en las comunidades, es "el pueblo mismo" los que tienen que suminitrar los insumos o materiales, para sus reparaciones eléctricas, me imagino es el papel protagónico de las comunidades.
La energía eléctrica mueve todo alrededor de nuestras vidas, me imagino que en algún momento el discurso oficialista dirá que es una costumbre del capitalismo tener luz, que se puede vivir sin ella. Lo cierto es que un país petrólero, gasifero, minero, con un recurso humano invalorable, esta prácticamente en banca rota. El gobierno culpa a terceros, por cosas que no han hecho o han ejecutado durante 23 años de destrucción; todo lo que construyo la democracia lo volvieron añicos.
Para salirse al paso al argumeto, que la crisis es producto de las "sanciones" , recuerdo a todos, que esta crisis energética comenzó en el año 2009. Producto de la desinversión en este sector, a pesar de haber tenido el mayor ingreso petrolero que nunca jamás pensó el país, la excesiva politización de las empresas eléctricas, la centralización; la corrupción, los despidos injustificados por razones políticas de personal altamente capacitado y los malos salarios.
Sin luz no hay país, este servicio público es uno de lo más importante que se debe tener para el desarrollo. Sin luz no hay vida. Pareciera hay en marcha un programa de racionamiento eléctrico, que nadie conoce y a todos sorprende.
¿En que estado se encuentra actualmente las plantas termoeléctricas que ya existían para 1998 construidas por la democracia? ¿Y dónde están las que el gobierno prometió? ¿A dónde fueron a parar los miles de millones de dólares que se anunciaron con la declaración de emergencia eléctrica en el 2009? Aún así, no se esta apagando Venezuela, porque queda una reserva moral en hombres y mujeres, que apostamos a nuestro país. Hay una esperanza de salir de esta tragedia y a ella le apostamos nuestra vida.
Por Ruben Limas
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