Opinión
Rubén Limas: Odios y rincones
"Veo con mucha dificultad superar en lo inmediato la barrera infranqueable de los odios y rencores"
27 de enero de 2023

Opinión.- Veo con mucha dificultad superar en lo inmediato la barrera infranqueable de los odios y rencores, en el disperso mundo opositor para enfrentar con éxito, la aspiración de la inmensa mayoría de los venezolanos: salir de este gobierno maula, ineficaz, autoritario, excesivamente partidizado e ideologizado.

La “fosilizada y entumecida mayoría” que hoy ostenta el gobierno en el parlamento nacional, es una clara “señal” de los errores en el bando opositor, que permitieron que después de aquel estruendoso e inverosímil triunfo para muchos, en las parlamentarias del 2015, se echara al cesto de la basura, el esfuerzo de un gentío que salió a vitorear “victoria popular”, luego de conocerse los resultados electorales. Fueron momentos inolvidables, los que particularmente viví en las calles de la Parroquia Miguel Peña aquel diciembre del 2015.

Los venezolanos no mereceremos estar viviendo esta terrible situación por la que hoy pasamos: salarios y sueldos de miseria, hospitales inservibles, colapsados, con fallas de insumo y material médico quirúrgico; escuelas envejecidas en infraestructura y conocimiento. Servicios públicos pulverizados por la ineficiencia y la corrupción; empresas básicas del estado militarizadas e inoperantes, y pare Ud. amigo lector de contar, porque no nos alcanzaría el tintero digital.
 
Tenemos sin duda una gran oportunidad en el 2024 para salir de esta pesadilla de gobierno. Pero no se logra amalgamar, por el chantaje, la unidad de las fuerzas opositoras; acusaciones van y vienen, dejando un sinsabor en la población agobiada por tanta peleadera infértil, que no conduce a nada.
No se puede por ninguna razón, estar pensando ganar el gobierno, para pasar facturas. Esta visión miope de venganzas, es una verdadera tontería. Queremos paz, tolerancia, respeto a las ideas, sin odios, ni rencores. Si realmente queremos construir de nuevo una gran Venezuela de oportunidades para todos por igual, no es la venganza, ni el resentimiento los mejores consejeros. Tampoco estamos hablando de paz sin justicia, porque tampoco seria conveniente.
 
¡Venganza no! ¡Paz si! Tal como lo señala Gabriel García Márquez “un país esta al garate cuando la justicia se usa como garrote político”. De esto último tenemos suficientes vivencias en estos 23 años de “gobierno revolucionario” 23 años de desgobierno son suficientes a tanto dolor, desigualdad, injusticia, éxodo que hemos padecido los venezolanos. Soñamos en un país que empuje en sus venas el desarrollo, la ciencia, la tecnología y el progreso. Apostando siempre a la educación como palanca del desarrollo humano y social.
 
“Odios y rencores” enterrados para siempre. No se puede llevar las riendas de un país con resentimientos. Es indispensable el reencuentro, la reunificación de las fuerzas democráticas del país. No perdemos las esperanzas cuando leemos y releemos la experiencia de la “Concertación Chilena”.

Los chilenos para poder salir de la dictadura del general Augusto Pinochet, a pesar que eran intensas sus diferencias y debates, finalmente lograron ponerse de acuerdo a través de Patricio Alwyn, que para ese momento, “supuestamente”, era el candidato opositor que más le convenia al gobierno del dictador, y con él, derrotaron la dictadura dando paso a la transición democrática chilena.
 
Las cornisas de la democracia real y verdadera se encuentran insoslayablemente unidas al futuro de una poderosa fuerza de la esperanza alrededor de la unidad opositora. Seguimos trabajando desde la calle y desde el parlamento, para alcanzarla, porque en ella está el triunfo de un nuevo gobierno de unidad nacional.
 
Como se ha dicho muchas veces: no es solo ganar, es además cobrar, pero, sobre todo, es, gobernar al país y sacarlo del marasmo en que se encuentra. Ahora ello no será posible, si hay un solo resquicio de venganza o resentimiento.
 
Venezuela nos necesita a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, preparados para superar la actual situación que vivimos, pero además que nos lance por el sendero de la tecnología y el conocimiento, solo así podremos superar las barreras de la desigual y la pobreza. Para ello se requiere amor, paz, tolerancia y perdón.

Que sirva el indómito espíritu de este 23 de enero, donde se conmemoran 65 años de la caída de la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez, para reafirmar nuestro compromiso por la libertad, justicia, solidaridad, igualad y democracia.

Por Rubén Limas  
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FUENTE Editoría de Notitarde