Opinión
César Burguera: Carabobo invicto
"Todo se iniciaba aquel 15 de octubre del 2017"
22 de noviembre de 2022
Opinión.- El Nuevo Carabobo.

Todo se iniciaba aquel 15 de octubre del 2017. La esperanza, la ilusión, que era largamente aguardada por esta céntrica entidad federal, arribaba a todo el territorio carabobeño para su necesaria reivindicación. Rafael Lacava se convertía, por mandato y fervor popular, en gobernador del estado Carabobo. Y allí, precisamente allí se iniciaba el febril, incansable y obstinado proceso no solo por devolver el orgullo perdido, sino emprender la fascinante tarea de transformar todo este histórico y venerado territorio para exhibirlo, con inocultable orgullo, como principal, indiscutible y ejemplar referencia de una excepcional gestión de gobierno dentro del contexto nacional. Carabobo, en la actualidad, llega a retumbar con singular fuerza en la satisfacción y confianza de toda una renovada patria. Es la irrupción, el providencial surgimiento de un nuevo credo, de la sólida doctrina del “Nuevo Carabobo”, que se extiende raudamente por el sencillo pero cristalino reconocimiento del común. El soberbio y asombroso ejercicio que diariamente se presenta en Carabobo en estos últimos 5 años y que ha sido dirigido estrictamente por Rafael Lacava ha encontrado un incondicional aliado, un insustituible promotor en el presidente Nicolás Maduro, que se ha convertido en fundamental soporte para prodigar, desde el gobierno nacional, los recursos necesarios y así fortalecer el irreversible paso. Es observar nuevamente a Nicolás Maduro y Rafael Lacava, hermanos de lucha, de vida, transitar el trazado e ineludible sendero que decantara en la recuperación de nuestro país. Son esa suerte de alianza perfecta. Nicolás representa el seguro aval y la inamovible garantía de la obligatoria continuidad de este proceso, por ello será el abanderado de todas las manifestaciones revolucionarias para los venideros comicios electorales y así volver encontrar a Lacava como unos de los principales impulsores de la candidatura presidencial de Nicolás Maduro.



El inédito 21N

Se cumplió el primer aniversario de la inédita y contundente victoria alcanzada por Rafael Lacava en aquella histórica jornada comicial llevada a cabo ese inolvidable 21 de noviembre del 2021. Rafael se convertía no solo en el primer gobernador del proceso revolucionario en ser reelecto en el estado Carabobo, sino que lograba el más alto porcentaje de votación alcanzado por cualquier candidato perteneciente al solido movimiento chavista en el país. Un categórico 54,94 % refrendaba la confianza depositada por todo un pueblo a su comprometido mandatario. Porque es la espontánea comunión y el optimista pacto entre el ciudadano con ese blindado liderazgo que toma forma y figura en Rafael Lacava. Es necesario volver a salir al encuentro de aquel memorable e inédito 21N para tratar, en un complejo esfuerzo, de relatar o sencillamente trasmitir lo que se produjo, de manera prodigiosa, en este “Nuevo Carabobo”. Rafael Lacava se multiplicaba, llegaba a prodigarse en cada uno de los catorce municipios del estado. Cada día de la campaña electoral se convertía en incesantes jornadas, carentes de horarios o agendas. No había espacio para el descanso o reposo por parte de Rafael Lacava. Era el preciso momento de transmitir a Carabobo y al país que esta venerada región había asumido, con absoluta propiedad, su propio destino y porvenir. Era la esencial necesidad u objetivo de ocupar la mayoría de los espacios donde se debería plasmar esta nueva y arraigada creencia del “Nuevo Carabobo” y convertirlos en agiles extensiones políticas y personales de una admirable gestión gubernamental. Eran precisamente las diferentes alcaldías del estado donde se presentaban, casi en su totalidad, un plantel de noveles candidatos, algunos de ellos sin ninguna experiencia en las complejas funciones de carácter ejecutivo y otros hasta irremediablemente remitidos a pesados y grisáceos escritorios burocráticos que eran arrinconados en cualquier desconocido cubículo. Solo lo azaroso de una fortuita coyuntura los encontró par convertirlos en sorprendidos candidatos portando temblorosamente unas singulares gruesas gafas. De allí la medular importancia e influencia del blindado liderazgo, del indiscutible patrimonio político de Rafael Lacava, que asumía como propias y con su reconocido desprendimiento, los distintos abanderados a los diferentes ayuntamientos de la entidad carabobeña. Vuelve con fuerza ese categórico 54,94%, ya que a través de esa inédita cifra se lograba alcanzar, de manera holgada, la gobernación de Carabobo y la imponente cantidad de doce de las catorce alcaldías de nuestra región. Lacava durante el desarrollo y devenir de una ardua campaña electoral transitaba cada calle, cada sector, cada comunidad, acompañado siempre de un esperanzado pueblo y proclamando enfáticamente su emblemática consigna, esa misma que retumba en el alma, espíritu y memoria de esta indómita patria. “Aquí nadie se rinde, Que viva por siempre Carabobo carajo”.



La partida del monseñor

De manera imprevista ha fallecido nuestro monseñor Reinaldo Del Prette, Arzobispo de Valencia. Nuestro dolor se manifiesta casi de manera inmediata. Nuestra Iglesia católica ha perdido a uno de sus principales exponentes y apóstoles. Hombre de unidad y de paz, un sacerdote de Jesucristo, vigorosa y sólidamente enraizado en la tradición, viviendo alegremente cada día como un don de Dios, y abierto por la esperanza a un mundo más fraternal y a una Iglesia más cercana a los hombres por ser más transparente para Dios. Reinaldo era todo lo contrario de un hombre del sistema, de derecha o de izquierda, y nadie puede atribuírselo por cuanto fue sumamente católico en el sentido amplio del término. Era esa voz de la Iglesia a menudo sofocada por el ruido del mundo que repercute en nuestros oídos. Nuestro inolvidable monseñor atravesó el muro del sonido. Su palabra despertó un eco y los hombres reconocieron su voz como un llamado dirigido a lo mejor de ellos mismos por alguien que los amaba como hermano. Sabía mirar al futuro con esperanza inquebrantable, esperaba para la Iglesia y para el mundo un gran despertar, una reanudación de camino más animoso. El legado de Reinaldo Del Prette, hombre de unidad y de paz, es confiado a nosotros. Y a nosotros corresponde hacer fructificar su testimonio. Es el camino abierto para todos, desafiando la historia. “El porvenir de la humanidad está en manos de quienes sepan dar a las generaciones venideras razones para vivir y razones para esperar”. El porvenir está en nuestras manos y nosotros estamos en manos de Dios. Descanse en paz Padre, Pastor y amigo. Y esa es la verdad.

Por César Burguera




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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde