Nos convoca nuestra memoria para hacer directa referencia a la Universidad Arturo Michelena, esa inquietud, esa obra que palpitó por siempre en el espíritu y alma del profesor Giovanni Nani Ruggeri, que a pesar de las complejas coyunturas, duras circunstancias nunca cesó en su vocación de proporcionarle a Carabobo y al país, una insustituible herramienta, una imponente sede para combinar esperanza con creación, futuro con innovación y que terminó por convertirse en su perenne ofrenda a esa academia a la cual estuvo íntimamente vinculado y a la cual dedicó fervorosamente toda su existencia. Han transcurrido más de dos décadas donde la UAM se ha multiplicado, ha crecido contando con el seguro aval de un excepcional plantel de comprometidos docentes que tienen la fascinante misión de orientar el mismo trayecto por donde deberán transitar las próximas generaciones. Pero el destino o la misma providencia tenía preparado el especial momento, el exacto tiempo para consolidar la presencia de los ideales, principios y valores del fundador de este importante centro de estudios, ya que se producía un singular evento, se convertía en Rector de la UAM, su hijo Giovanni Nani Lozada, con impecable trayectoria y presencia, con sus reconocidos rangos y credenciales, con esa responsabilidad y seriedad que le viene otorgada por vía genética y que garantiza, sin lugar a dudas, la continuidad del paso de su padre, innegable referencia académica, insigne figura universitaria en Carabobo y Venezuela. Giovanni Nani está enfocado en su primordial misión no solo en dirigir la Universidad Arturo Michelena, sino que se coloca a disposición para construir, entre todos los actores, la nueva visión o rumbo de la educación superior en Venezuela, llegando a proclamar “Las universidades del país deben convertirse en aliadas del Estado, porque desde éstas se pueden generar investigación, extensión y proyectos que beneficien al Estado desde lo nacional, hasta lo regional y municipal”, llega a indicar, con convencido énfasis, que está moderna visión debe trascender a cualquier ideología política y aseguró que desde la UAM tendrán ese propósito de ser aliados del Estado para aportar al sostenido desarrollo de Carabobo y Venezuela. “Mantendremos esa continua y fluida relación de permanente aporte con el gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava que lidera el sobresaliente proceso de transformación y cambio que experimenta esta histórica entidad federal y por tal razón el pasado año, le fuese conferido, con ocasión de nuestro vigésimo aniversario, un justo reconocimiento por ese tangible esfuerzo”. El Rector Giovanni Nani llegaba a expresar “Las universidades deben salir al encuentro de todo un pueblo para caminar y confeccionar juntos el destino de nuestra patria y más cuando tenemos presente que nuestro país vivió una situación compleja, producto de una irracional guerra económica y donde la universidad se observó seriamente afectada”. Estamos plenamente convencidos que bajo la dirección de Giovanni Nani, la Universidad Arturo Michelena se convertirá en dinámico factor para las aguardadas reformas y preparar al ávido estudiante para asumir posiciones de protagonismo en el esplendido escenario de la nueva Venezuela, constituyéndose en ejemplo para las diferentes expresiones académicas del país. Por ello nuestra especial y personal satisfacción por esta nueva etapa que le corresponderá dirigir a Giovanni Nani, consecuente compañero de innumerables luchas e impostergables desafíos.

 La pasada semana, en un ejercicio de justo reclamo, solicitamos a la hábil periodista, la misma regente de portales informativos y casetas de radio, la inmediata devolución de todos los recursos que le son generosamente cancelados por aquellas instancias municipales que pertenecen al plantel revolucionario. Nuestro alegato estribaba en las demoledoras aseveraciones de la ducha comunicadora social, recientemente jubilada por la administración municipal de Naguanagua, donde, sin rubor alguno, exclamaba “He sido directa víctima del hostigamiento y presión por parte del gobierno” para culminar su estoica faena con la épica frase “Somos periodismo de luz en una Venezuela donde a veces se nos quiere censurar”. Debemos recordar que su financiado portal informativo ha servido como estéril plataforma para acometer verdaderas campañas de descalificación y desprestigio contra la gestión gubernamental que dirige los destinos de Carabobo desde el año 2017. Al parecer la principal razón es que “La Jubilada” nunca ha podido encontrar eco a sus desproporcionadas propuestas realizadas al ejecutivo regional. Tal vez llegó a pensar que sus pericias u habilidades podrían surtir directos beneficios económicos como los llegó a conseguir en elevados despachos de importantes empresas básicas del estado venezolano. Por ello en incurable estado de impotencia y frustración asumió, conjuntamente con sus acólitos profesionales, el control y jefatura comunicacional de cualquier candidatura de oposición en los pasados comicios regionales, donde resultaron irremediablemente vapuleadas. Pero a pesar de los inaceptables cuestionamientos contra el gobierno nacional y su obstinada actitud de irracional beligerancia hacia el gobierno regional, conocida su vocación de principal promotora de los fallidos aspirantes de oposición en contra de las propuestas revolucionarias, se mantiene, de manera inexplicable, una pública complicidad con la hábil periodista, como el sorprendente caso del Alcalde de Valencia, Julio Fuenmayor, siempre protagonista en este semanal espacio, quien al parecer olvidó su férrea disciplina partidista que ha conocido a través de su dilatada trayectoria política y que ha transmitido fluidamente a la consecuente militancia. Surge también la retorcida teoría que el buen Julio haya sido mansa víctima de perniciosos consejos proporcionados por anteriores autoridades municipales y de algún presidente de un confundido partido político que mantienen una estrecha amistad con la “Jubilada”. La gestión de Fuenmayor en Valencia ha sido notable, porque ha entendido cabalmente que es extensión personal y política del paso gubernamental de Rafael Lacava, quien ha depositado en el alcalde de la capital toda su confianza y ha prodigado los recursos necesarios para asumir cualquier iniciativa y así poderlos observar diariamente transitando y configurando este nuevo rostro de Valencia. Por ello es que la presencia de Julio Fuenmayor en un diminuta caseta radial al lado de la “Jubilada”, principal detractora de toda expresión revolucionaria, adquiere la condición de enigmática, amén de haber enviado una institucional representación del ayuntamiento al desolado aniversario del hostil portal Informativo. El verde Búho sabe perfectamente que es hora de la necesaria reflexión y consecuente corrección. Valencia así lo espera. Y esa es la verdad.