César Burguera: El sur de Valencia, fervor y compromiso
"Nuevamente acudía el presidente Nicolás Maduro al encuentro con su pueblo"
Opinión.- Maduro en Carabobo
Nuevamente acudía el presidente Nicolás Maduro al encuentro con su pueblo. Puntualmente asistía a la ineludible cita con Carabobo, que ya lo ha asumido como uno de los suyos, por su consecuente compromiso y apoyo, por su incondicional soporte y protección con esta histórica y bendecida tierra. La semana pasada se producía un multitudinario y emotivo evento que fuese denominado como “Jornada del Buen Gobierno Comunal”, donde el primer mandatario nacional realizaba importes anuncios y concretaba, con la formal entrega, medulares proyectos, planes que se traducirán, de manera inmediata, en la optimización de la calidad de vida del común, del ciudadano. La sede del cálido acto no podía ser otro que el imponente Sur de Valencia que desbordó los espacios y zonas aledañas. Era una indescriptible manifestación de fervor y júbilo popular ante la presencia del presidente Nicolás Maduro, que raudamente salió al encuentro de todo ese pueblo que aguardaba para escuchar, de su propia voz, ese singular y estremecedor mensaje de esperanza y futuro. En Venezuela el Poder Popular ha asumido, con absoluta propiedad, la conducción de esta patria, es observarlo en cada rostro, en cada mirada de este secular pueblo, que en la actualidad se encuentra plenamente organizado para acometer la ardua labor de ofrecer las soluciones a cada una de las comunidades que se extienden en el amplio mapa del territorio nacional. Un conmovido Nicolás Maduro llegaba a afirmar “Las calles de Valencia se desbordaron de esa indescriptible fervor y pasión revolucionaria. ¡Gracias querido pueblo! Es esta fuerza la que me estimula a seguir luchando por esta patria. Tengan la seguridad que estamos transitando el sendero que nos conducirá a la consolidación de una nueva etapa: soluciones en tiempo real de sus problemas”. Mientras su hermano y compañero, Rafael Lacava, visiblemente emocionado, exclamaba “Increíble el cariño y afecto del pueblo de Valencia con nuestro presidente Nicolás Maduro. Una jornada excepcional hemos vivido en el imponente Sur de nuestra ciudad capital, que se exhibe, luce un nuevo rostro, ese mismo rostro donde se transmite la esperanza renovada de nuestro pueblo. Gracias por siempre presidente”. El presidente Nicolás Maduro, acompañado por el gobernador Rafael Lacava y por el alcalde Julio Fuenmayor, extendía su voz y vocación definiendo el nuevo rumbo, la nueva ruta. Era la entrega de un número importante de ambulancias, total y modernamente equipadas, con el objetivo fijado en la inmediata activación del servicio de atención que se extenderá dinámicamente por todo el territorio carabobeño. Es la actitud de hacer énfasis en el reforzamiento de la sensible área de seguridad pública con una amplia dotación de esenciales y requeridos equipamientos para los diferentes cuerpos policiales existentes en Carabobo. Es la formal entrega de 85 unidades vehiculares, las patrullas que custodiarán el paso y la integridad del ciudadano. Es contar con una moderna “Unidad Táctica Aérea Tripulada” adscrita a nuestra calificada Policía de Carabobo que contará con instrumentos y tecnología de punta para desplegar diaria vigilancia y estricto seguimiento en toda la entidad federal. Es haber puesto en marcha plantas de llenado de gas, prioritaria propuesta del Poder Popular. Es la directa instrucción a los responsables de la “Gran Misión Barrio Nuevo Tricolor”, para que de manera inmediata procedan a la recuperación de más de 3 mil viviendas de esenciales comunidades. Es la construcción de plantas de tratamiento para optimizar la potabilización del agua en cada uno de los sectores de ese fundamental y vital Sur de Valencia. Por ello el fervor, la emoción y el júbilo por esta nueva presencia de Nicolás Maduro en Carabobo. Aquí deja su visión de país, aquí se encuentra sus principales aliados en la tarea de reformular el encendido concepto de patria. Aquí, en su Carabobo, de manera perenne quedará impregnada su indeleble huella.

Los nuevos partidos
Desde el tórrido oriente de nuestro país arriba la privilegiada información. Al parecer por aquellos salientes predios se produjo un evento que puede alterar el destino mismo de una precaria dirigencia opositora. Y es que con el anuncio de la realización de unas improvisadas elecciones internas para tratar elegir el flamante y único abanderado opositor, se produjo un indetenible deslave de candidatos que proclamaban su válida aspiración para ocupar, en cualquier momento, la silla presidencial. Una media centena de envalentonados pretendientes reclamaban estridentemente que se les incluyera en la extensa lista. Ante este anárquico escenario, algunos racionales dirigentes de la maltrecha oposición han planteado la forzosa fusión de diferentes estructuras partidistas y la pasada semana se produjo ese primer desesperado ejercicio por tratar de amalgamar voluntades, aspiraciones y en la ciudad de El Tigre, en el estado Anzoátegui se sellaba el pacto, surgía la definitiva coalición entre los partidos políticos “Alianza del Lápiz” liderado por Antonio Domingo Ecarri y el “Movimiento Venezuela en Positivo” que preside Leandro Domínguez. Todo era algarabía y jolgorio. Hasta un sacerdote, con su Acetre para esparcir agua bendita, proporcionaba la sagrada consagración a este inédito acuerdo político. La nueva organización partidista llevaría la consensuada y ocurrente denominación “El Lápiz en Positivo”.

La ética devolución
En pasados días se producía unas estremecedoras reflexiones por parte de la recientemente “Jubilada” por la administración municipal de Naguanagua. Era nuevamente la hábil comunicadora social que regenta portales informativos y casetas radiales. En una de sus compungidas aseveraciones señalaba “He sido directa víctima del hostigamiento y presión por parte del gobierno” y para cerrar su intento por constituirse en una tropical prócer llegaba a exclamar “Somos periodismo de luz en una Venezuela donde a veces se nos quiere censurar”. Ante estas duras y demoledoras acusaciones en contra del tránsito gubernamental en Venezuela y Carabobo, lo éticamente correcto consistiría, en un acto de descarnado desprendimiento, proceder a la inmediata devolución de todos los recursos que le son cancelados puntual y mensualmente por aquellas instancias municipales que pertenecen al plantel revolucionario. Desde un elevado despacho en la alcaldía de Naguanagua, un inquieto presidente de la Cámara Municipal conjuntamente con la alcaldesa del importante municipio, estarían redactando un comunicado donde manifiestan su incondicional solidaridad con la comunicadora social y hasta se atreven a justificar sus desmedidas acusaciones y cuestionamientos contra el proceso revolucionario. Y esa es la verdad.
