Los jefes de misión en al menos 29 países fueron notificados la semana pasada de que sus mandatos expirarán en enero de 2026 y no serán renovados, según informaron a AP dos funcionarios del Departamento de Estado que pidieron el anonimato.
Los diplomáticos afectados asumieron sus funciones durante la presidencia de Joe Biden y habían sobrevivido a la purga inicial de los primeros meses tras el regreso de Trump a la Casa Blanca. Los funcionarios no perderán sus puestos en el servicio exterior, sino que regresarán a Washington para desempeñar otras funciones si así lo desean, agregaron las fuentes.
Las representaciones más afectadas son las del continente africano, con 13 delegaciones, entre ellas Nigeria, Ruanda y Somalia. Le siguen Asia, con seis, y Europa, con cuatro.
Una reestructuración inusual
El Departamento de Estado no precisó el número de embajadores afectados, pero describió los cambios como un "proceso estándar en cualquier Administración". "Un embajador es un representante personal del presidente y es derecho del presidente asegurarse de tener en estos países individuos que promuevan la agenda de 'Estados Unidos Primero'", agregó.
Sin embargo, el medio Politico advierte que se trata de una reestructuración inusual, ya que involucra a enviados de carrera procedentes de las filas del Servicio Exterior. En este sentido, constituye una nueva señal de la desconfianza de Trump hacia los funcionarios del Departamento de Estado, a quienes su Administración ha calificado como un "bastión del liberalismo".
