Despertó del coma Naveed Akram, el sospechoso acusado del atentado junto a su padre en Sídney
El primer ministro, Anthony Albanese, dijo hoy a la ABC que la agencia de inteligencia australiana (ASIO) había investigado en 2019 a ambos sujetos
Internacional.- El joven sospechoso de disparar el domingo junto a su padre contra un acto de celebración de la comunidad judía en Sídney, matando a 15 personas, despertó este martes del coma, en el que había estado tras ser herido el día del atentado, que dejó unos 40 heridos.
La cadena pública australiana ABC confirmó, citando fuentes vinculadas al caso, que Naveed Akram, de 24 años, salió del estado de coma y ha recuperado la consciencia, sin mayores detalles sobre su estado de salud.
El joven sigue hospitalizado y bajo custodia policial, mientras que su padre, Sajid Akram, fue abatido a tiros por un agente en Bondi Beach, la turística playa en la que tuvo lugar el atentado.
Según las investigaciones preliminares, las autoridades creen que padre e hijo actuaron de manera independiente y que estuvieron influidos por ideología vinculada al Estado Islámico (EI), que se desarrolló durante un acto de la comunidad judía por la festividad de Janucá.
El primer ministro, Anthony Albanese, dijo hoy a la ABC que la agencia de inteligencia australiana (ASIO) había investigado en 2019 a ambos sujetos.
En aquella ocasión, el organismo entrevistó a varios miembros de la familia y a personas del entorno, sin detectar indicios de radicalización.
Por su parte, el Departamento de Inmigración de Filipinas (BI, en inglés) confirmó este martes a EFE que los dos presuntos atacantes estuvieron en Filipinas casi todo noviembre.
"Sajid Akram, de 50 años, ciudadano indio (residente australiano), y Naveed Akram, de 24 años, ciudadano australiano, llegaron juntos a Filipinas el 1 de noviembre de 2025 desde Sídney", indicó el BI.
Los hombres registraron su estadía en la ciudad de Davao, capital de la isla de Mindanao, donde actúan varios grupos afines al Estado Islámico.
La ciudad de Marawi, en el sur de Mindanao, fue tomada por células del EI durante meses en 2017.