Defendió la vigencia y el propósito de la ALBA-TCP, al asegurar que la organización es un eje fundamental de resistencia contra la intención de Estados Unidos de adueñarse del continente, bajo la doctrina Monroe.
Así mismo, exaltó el papel del organismo en la defensa de los derechos y la identidad de los pueblos, además de recordar que esta fue iniciativa impulsada por los comandantes eternos Fidel Castro y Hugo Chávez, con fines contra hegemónicos, de autodeterminación e identidad.
“A pesar de todos los vaivenes, a pesar de todas las amenazas, a pesar de todas las sanciones, el ALBA sigue vivo, el ALBA sigue caminando”, dijo.
Por otro lado, vinculó estas acciones a agresiones que "están apuntando a todos los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), y advirtió que el imperio norteamericano no tiene amigos, sino que convierte en enemigos a aquellos gobernantes que no acatan sus directrices".